¿Carles Puigdemont ya está en Barcelona? ¿Ha podido pasear disfrazado como hizo Santiago Carrillo (en otros tiempos y en otras circunstancias)? Pedro Sánchez no ha dado ningún tipo de órden a los servicios secretos (CNI), Policía Nacional y Guardia Civil.
Varias fuentes próximas a su entorno apunyan a que, desde su refugio secreto, asiste desconcertado a los acontecimientos y a las pruebas que se acumulan contra su mujer y su hermano.
La Moncloa guarda total silencio sobre los acontecimientos que ya se están viviendo en Barcelona y su impacto en la investidura. Todo está apuntando en este momento, según señalaron analistas políticos a Hechos de Hoy, a una rebelión en el grupo socialista en el Congreso o al fin abrupto de la Legislatura y la inevitable convocatoria de eelecciones generales anticipadas.
El llamamiento de Puigdemont
Puigdemont ha confirmado asistir al debate de investidura convocado a las 10.00 en el Parlamento de Cataluña. Su partido, Junts, ha hecho un llamamiento al “independentismo” para recibirle una hora antes en el paseo Lluís Companys, a diez minutos de la sede de la Cámara.
Si lograr entrar (existe la teoría de lo que lo haría antes del amanecer) ya no podrá ser detenido. Estará protegido por el presidente de la Cámara, Josep Rull, y su intención sería la de intervenir. Muy posiblemente su discurso podría dividir a Esquerra Republicana y suspender la sesión de investidura, A la salida del Parlamento de Cataluña, Puigdemont buscaría ser detenido por la Policía Nacional para ser trasladado a Madrid, a la sede del Tribunal Supremo. Todos estos acontecimientos harían saltar por los aires la investidura de Salvadir Illa.
Puigdemont anunció a través de su perfil de Twitter (X) que ya ha tomado “el camino de vuelta desde el exilio” para poder estar, como así se comprometió, en el debate de investidura del candidato socialista Salvador Illa.
“En condiciones de normalidad democrática, sería innecesario anunciar que un diputado acudirá a un debate parlamentario”, ha escrito en sus redes sociales, denunciando ser víctima de una “larga persecución” y criticando que “el Tribunal Supremo se niegue a aplicar una ley, cosa que al Gobierno no le importa demasiado, como también ocurrirá con el nuevo Govern de la Generalitat”.
“Este desafío se tiene que contestar y confrontar”, ha sentenciado el líder de Junts, que considera que una hipotética detención sería “ilegal y arbitraria”. Se fugó de España tras declarar la independencia de Cataluña hace ya más de seis años.