Joe Biden y Emmanuel Macron hablaron a tumba abierta en Roma, en la sede de la Embajada de Francia ante la Santa Sede, en su primer cara a cara tras la grave crisis de los submarinos y el futuro de la alianza AUKUS.

"Tenemos que mirar hacia el futuro", dijo Macron al recibir a Biden con amplias sonrisas y fuertes apretones de manos en la residencia Villa Bonaparte.
 
Macron elogió ante Biden las "decisiones concretas" tomadas que "generan un proceso de confianza" entre Francia y Estados Unidos. Por su parte, Biden reconoció que Estados Unidos fue "torpe" en el caso del contrato de submarinos que le valió la ira de Francia, socio que considera "sumamente valioso", dijo.

La crisis estalló cuando Biden anunció una nueva alianza en la región Indo Pacífico con Australia y Reino Unido. El acuerdo supuso cancelar un megacontrato de submarinos entre París y Canberra.

Las autoridades francesas denunciaron una puñalada y una ruptura de confianza. Francia y Estados Unidos quieren ahora pasar página definitivamente a la crisis franco-estadounidense sobre submarinos australianos que enfrió incluso las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea.

París llegó a llamar a consultas a su embajador en Washington como señal máxima de agravio ante el acuerdo suscrito por la Administración de Biden con Londres y Canberra. Después de dos llamadas telefónicas en las que Biden y Macron acordaron rebajar tensiones, han aprovechado el marco de estas dos cumbres para sellar una nueva relación.

Las heridas con Australia

Si Macron pasó página con Estados Unidos, las heridas aún están abiertas con Australia.

Emmanuel Macron no dudó en afirmar que el primer ministro australiano, Scott Morrison, le mintió sobre la cancelación de un contrato de construcción de submarinos en septiembre. Macron insistió en que era necesario hacer más para reconstruir la confianza entre los dos aliados.

Cuando se le preguntó si pensaba que Morrison le había mentido, Macron respondió: "No lo creo, lo sé". Morrison explicó después que no había mentido y que le había explicado previamente a Macron que los submarinos convencionales ya no cubrirían las necesidades de Australia .

"Tenía muy claro que lo que se nos iba a proporcionar no iba a satisfacer nuestros intereses estratégicos, y todavía había un proceso en el que estábamos comprometidos, y luego nos comprometimos, durante los meses siguientes. Y luego nos comunicamos para él (Macron) nuestra decisión final ", dijo Morrison.

"El gobierno australiano aseguró esto, algo que ningún gobierno anterior ha podido asegurar en 50 años, y esto ha posicionado a Australia para defendernos en el futuro. Así que no me disculpo por obtener el resultado correcto de Australia. Y nosotros sabía que sería una decisión difícil".

Preguntado sobre cómo avanzaría su administración con Francia, Morrison dijo que su administración ha comenzado a fijar relaciones en proyectos de interés compartido y mutuo, particularmente en el Indo Pacífico, pero admitió que "estas cosas llevan tiempo".