Pedro Sánchez escogió el escenario del Gran Teatro del Liceo de Barcelona para anunciar primero a la alta burguesía catalana el indulto de quienes dirigieron la asonada secesionista de octubre de 2017 y fueron condenados por sedición y malversación de fondos públicos. Su discurso fue presentado bajo el título de Reencuentro de futuro para toda España.
Sobre ese acto, lo primero a subrayar es que sólo el respeto a la legalidad vigente y la seguridad jurídica devolverán a Cataluña la pujanza perdida.
A destacar también que radicales de la CUP trataron de boicotear el acto. Cientos de extremistas se manifestaron a las puertas del Liceo cotra este gesto de distensión del gobierno de PSOE y Podemos.
Por su parte la Generalitat que lidera Pere Aragonès insiste en la recogida de firmas para exigir una amnistía que exculpe a todos los inculpados, incluso los fugados como es el caso de Carles Puigdemont. Y la celebración de un referéndum para decidir si Cataluña sigue como comunidad autómoma de España o se proclama una república independiente.
Sobre el arriesgado plan de Sánchez para Cataluña y la inasumible justificación para conceder indultos, el Panel de El Mundo-Sigma Dos fue concluyente:
1. La mayoría de los españoles creen que la medida de gracia del Gobierno es un error que fortalecerá el secesionismo.
2. Poco más de la mitad de los votantes del PSOE considera que las excarcelaciones favorecerán el diálogo. Es decir, el PSOE está partido (y quizás haya serias grietas en el grupo parlamentario socialista).
3. La ciudadanía, dividida respecto a recurrir ante el Tribunal Supremo el perdón a los líderes del procés.
4. Apoyo sólido por último de los votantes de PP, Vox y Ciudadanos a su estrategia contra la decisión de Sánchez.
La posición de González
Indudablemente lo inteligente, lo práctico, y lo sensato, hubiera sido la búsqueda de pactos y diálogos para haber llegado a un acuerdo consensuado en el marco del Congreso de los Diputados sobre la concesión de los indultos antes de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña. Ahora todo llegó tarde y mal, y el debate ya está desbordado por la amnistía y la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Cataluña de España.
Em este marco fue esclarecedora la posición de Felipe González sobre los indultos que merece la pena recordar, acotar y subrayar.
Felipe González fue claro en señalar que "en estas condiciones yo no haría el indulto". El expresidente del Gobierno dijo que en la cuestión secesionista catalana "había que haber hecho política antes de llegar a los jueces".
Felipe González enfatizó que no lo concedería porque los presos no reconocen la legitimidad de la justicia española. "En el tema catalán yo creo que había que haber hecho política antes de llegar a los jueces. Y no creo que los presos tengan que arrepentirse. Pero sí asumir las leyes", insistió.
Felipe González reflexionó que, más allá de que no haya arrepentimiento de los líderes independentistas, la Constitución no admite que alguien rompa unilateralmente las reglas del juego. También se ha referido a la idea de que quien quiera modificarla tiene la vía para intentarlo legalmente.
"Nuestra Constitución española no declara enemigos, aunque haya gente que esté en contra de la misma, de uno u otro signo. Que nuestra Constitución no sea militante significa que sí admite posiciones ideológicas contrarias, pero no que alguien unilateralmente rompa las reglas del juego. Si alguien quiere cambiarla puede acudir al procedimiento previsto para ello, pero si la quiere romper a la fuerza no tiene derecho", insistió.
Unos criterios que no deberían olvidarse y, a la vez, estar muy presentes en el actual debate político en España.