Isabel Díaz Ayuso tomó posesión como presidenta de la Comunidad de Madrid tras superar el debate de investidura celebrado en la Asamblea de Madrid.
Los apoyos de los 65 diputados del Partido Popular, más el respaldo de Vox, permitieron a la candidata del Partido Popular (PP) superar los 69 escaños de la mayoría absoluta y revalidar su mandato para un periodo de dos años más.
Apoyo cerrado en este acto del Partido Popular a la presidenta con el presidente nacional, Pablo Casado, y la plana mayor de sus colaboradores más directos: Teodoro García Egea, Ana Beltrán y Antonio González Terol. Asistencia también de los presidentes regionales del Partido Popular: Alberto Núñez Feijóo (Galicia) , Juan Manuel Moreno (Andalucía), Fernando Mañueco (Castilla y León) y Fernando López Miras (Región de Murcia).
Además estuvieron presentes los expresidentes de la Comunidad de Madrid del PP: Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre y Ángel Garrido.
Todo el comité del Partido Popular en Madrid asistió junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
El acto de toma de posesión fue la culminación de un importante momento político en la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, ante los indicios de que Ciudadanos estaba dispuesto a presentar una moción de censura, como lo hizo en la Región de Murcia, adelantó las elecciones. Fue un terrrenoto político de alcance nacional.
En un acto tan importante en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, todas las miradas estuvieron sobre Isabel Díaz Ayuso y su discurso así como sobre la ausencia de un enviado especial de La Moncloa. No hubo ningún representante del Gobierno socialcomunista de PSOE y Podemos.
En el año 2019 estuvo la entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado. En esta ocasión, la única persona con algún tipo de vinculación con el Gobierno ha sido la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Mercedes González.
Lamentable falta de tacto y finura en primer lugar de Pedro Sánchez. Penosa, en segundo lugar, falta de educación, inteligencia política y sentido de la convivencia política. Y en tercer lugar, y como asunto más grave y preocupante, un ninguneo a Isabel Díaz Ayuso que evidencia el sectarismo, desprecio, rencor y sentimiento de venganza que anida en quien preside el Consejo de Ministros en el Palacio de La Moncloa.
