El Partido Popular exigió a Pedro Sánchez aclarar de inmediato los negocios que se fraguan en La Moncloa. “¿Por qué lo llamó amor cuando quería decir corrupción?”, sostuvo Borja Semper en su conferencia de prensa tras el Comité de Dirección.

La impresión de los corresponsakes extranjeros en España es la de un presidente del Gobierno que desprecia a la opinión pública, a la que considera “tonta” e “irrelevante” y que “traga por todo”. Sorpresa también a que siga utilizando el CIS para la manipulación política y la propaganda.

Pero estos corresponsales estiman a la vez que el caso Begoña Gómez ha deteriorado seriamente la imagen internacional de Pedro Sánchez y ha generado el comienzo del estallido de un hartazgo en España ante la colonización y ocupación de puestos públicos, despilfarro sin control, y aumento sin freno de impuestos con el objetivo ahora de poner el Banco de España al servicio de sus interses.

La reacción de Borja Semper

El portavoz y vicesecretario de Cultura del PP denunció que en La Moncloa se hagan negocios particulares y preguntó si Pedro Sánchez usó el encuentro con Juan Carlos Barrabés para convencerle de que invirtiera en las actividades de su mujer. Como destacó Hechos de Hoy, Barrabés reveló que se reunió dos veces con Sánchez en La Moncloa en presencia de Begoña Gómez.

Asegura que “esta es la evidencia de la degradación de la Presidencia del Gobierno” y la constatación de las mentiras de Sánchez en sede parlamentaria, ante los medios o con su propio gabinete.

Subrayó que España se enorgullece de sus deportistas y se avergüenza del presidente del Gobierno y de su entorno. “El Palacio de la Moncloa vale para recibir a los jugadores de la Selección, pero no para agasajar a los patrocinadores de la mujer del presidente ni para que se cierren negocios”.

Tras la declaración de Barrabés, acusó a Sánchez de “falta de ética, moral y transparencia” por los “usos y costumbres” que ha impuesto en La Moncloa y que han convertido a la sede de la Presidencia del Gobierno “en algo que no debería haberse convertido nunca”.

Denunció que Sánchez quiera hacer pasar por normal que la UCO haya registrado el despacho de su hermano en la Diputación de Badajoz por sus irregularidades fiscales o que los cabecillas de los ERE, el mayor caso de corrupción, puedan ser exonerados por el Tribunal Constitucional.

“No se puede normalizar la relación tan consolidada que tiene el sanchismo con la corrupción”, manifestó, y se mostró convencido de que este país no tiene un problema de calidad democrática, sino de ejemplaridad pública con Sánchez a la cabeza.

Criticó que Sánchez, en vez de dar explicaciones sobre los encuentros mantenidos en La Moncloa con los socios de su esposa, pretenda “criticar a los medios” que desvelan informaciones sobre la trama de corrupción que afecta a su entorno, a su partido y a su Gobierno.

Se teme que la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que reclamó el PP sea la previa a la compra de la investidura de Illa con dinero público.

Afirmó que el Consejo de Política Fiscal y Financiera no puede ser un trámite para imponer un modelo desigual para blindar a Sánchez e investir a Illa. “La independencia fiscal para Cataluña rompería la solidaridad y pondría en cuestión todas las políticas sociales”, alertó.

Destacó que el PP defiende una financiación para todos y sin privilegios, promover la equidad y frenar la desigualdad, para lo que las comunidades que gobierna el PP piden un cambio en el reglamento que permita que se cuente con más votos.

Acusó al Gobierno de tratar a los inmigrantes “como paquetería y no como seres humanos” y reclamó un Plan Nacional de Inmigración “serio, solvente y que piense a medio y largo plazo” para ofrecer “garantía y seguridad” a los españoles.

Exigió al Gobierno la declaración de emergencia migratoria, que ofrezca recursos y financiación a las comunidades, que se implique en la gestión de los menores no acompañados, un mayor control de fronteras, negociaciones con la Unión Europea y acuerdos con los países de origen.

Trasladó la felicitación a la Selección Española de Fútbol y a Carlos Alcaraz, como el reconocimiento a la constancia, al esfuerzo y los valores que representan, tras lograr la cuarta Eurocopa y el título de Wimbledon. “Compartimos la alegría que sienten todos los españoles”.