Los ingredientes
– 1 base grande de pizza o 2 normales
Para el sofrito
– 4 cucharadas de aceite de oliva
– 2 ajos muy picaditos
– 1/2 cebolla picada
– 1 lata de 400 gramos de tomate pelado al natural
– 1 guindilla picadita (o media)
– sal
– albahaca
– orégano
Para encima de la pizza
– 200 gramos de queso gouda rallado
– 1 latas de sardinas en aceite de oliva
– aros de cebolla
– unas aceitunas negras
La preparación
Calentar el aceite y echar el ajo y la cebolla picada y dejar que se poche cuidando que no se queme. Añadir el contenido de la lata de tomate y partir los tomates con una espumadera mientras se va cocinando.
Agregar la guindilla, una pizca de orégano y otra de albahaca. Dejar cocinar a fuego lento hasta que se evapore parte del líquido y quede una salsa consistente. Rectificar de sal.
Mientras se escurren las sardinas y se desmigan (hay quien prefiere trozos más grandes, hay quien los prefiere pequeños).
Untar la o las bases de pizza con el sofrito de tomate. Repartir por encima el queso rallado. Distribuir las sardinas troceadas y unas aceitunas negras, mejor sin hueso, y meter al horno.
Una vez bien horneada se rocía con unas gotas de aceite de oliva y se distribuyen por encima unos aros de cebolla cruda. Servir de inmediato.