Jueves y viernes frenéticos en Bruselas. Un Consejo Europeo interminable, con continuas negociaciones en sus orillas e interrupciones. Un Consejo Europeo a la vez a cara de perro. De una vez se han fijado los lazos de unión entre las islas británicas, Reino Unido, y el continente, Unión Europea (ver en Hechos de Hoy, David Cameron logró el respaldo unánime de la Unión Europea).
Será interesante en la madrugada del domingo comprobar la lectura en Tokio de esta nueva sacudida europea. También el desarrollo del lunes en las Bolsas de Europa.
No había otra salida que una cumbre en Bruselas con acuerdo. De una vez los líderes europeos, tras el crítico momento en la Zona euro con Grecia, han comprendido que tiene pésimos resultados guardar los debates debajo de la alfombra. Es decir, no afrontar de cara los problemas y resolverlos.
David Cameron puso en juego su prestigio y liderazgo. No se levantó de la mesa de negociación hasta no lograr un acuerdo. A su regreso a Londres reunió a su gabinete en fin de semana, algo que no pasaba desde la guerra de las Malvinas. Y compareció delante del 10 de Downing Street para anunciar que los británicos acudirán a las urnas el domingo 23 de junio para pronunciarse de una vez sobre la permanencia o salida de la Unión Europea, la cuestión bien crítica de Brexit.
"No amo a Bruseles, amo a Reino Unido. La pregunta es si vamos a estar más a salvo y vamos a ser más fuertes en una Europa reformada o caminando por nuestra cuenta". Comenzó la cuenta atrás para David Cameron, la prueba final de su liderazgo tras haber conseguido la mayoría absoluta en los últimos comicios. El reto esta vez es más complejo. Tiene que convencer a los euroescépticos de la importancia de permanecer en una Unión Europea reformada.
Será una batalla durísima. El ministro de Justicia, Michael Gove, anunció su rechazo. En cambio, la ministra del Interior, Theresa May, le apoyará. Un sondeo del instituto TNS mostró que los partidarios del Brexit (la salida de Reino Unido de la Unión Europea) tienen una leve mayoría de 36% contra 34%. Las apuestas ya apuntaron a una estrecha igualdad, una situación de empate que decidirán los indecsos. La campaña será decisiva. De nuevo David Cameron pondrá todo su empeño y liderazgo. Si pierde este referéndum será su epitafio político.
Básicamente el Consejo Europeo aprobó por unanimidad las demadas del primer ministro británico en cinco cuestiones esenciales:
I. Prestaciones sociales
Reino Unido quiere impedir la llegada de trabajadores de países de la Unión Europea con menores salarios que aspiran a conseguir las prestaciones sociales británicas. En el caso de que haya una afluencia inusualmente elevada, podrá activar un marco de emergencia. Si lo hace, los ciudadanos de otros países de la Unión Europea sólo podrán acceder a las prestaciones sociales completas en Reino Unido tras cuatro años de residencia. Reino Unido podrá aplicar este mecanismo durante siete años.
II. Subsidios por hijos
Los países de la Unión Europea que tengan que transferir subsidios por hijos a otros países del bloque podrán adecuarlos al nivel de vida de esa nación. Hasta 2020, esta medida se aplicará únicamente a las nuevas solicitudes. A partir de ese año, los Estados podrán aplicar la norma a todos los subsidios. La medida se aplicará a todos los países de la Unión Europea, no sólo a Reino Unido.
III. Matrimonios ficticios
Cuando se sospeche que un matrimonio es ficticio, los países de la Unión Europea podrán impedir la llegada del cónyuge procedente de un país extracomunitario.
IV. Mecanismo de veto
Se refuerza el rol de los Parlamentos nacionales. Podrán objetar, y tendrán que debatir, los proyectos de la Unión Europea. Rerino Unido insistió en que se refuerce el marco de actuación de los Parlamentos de los países miembros de la Unión Europea.
V. Espacio político propio
Reino Unido "no estará obligado a una mayor integración política". El objetivo de "una unión cada vez más estrecha" de los Tratados de la Unión Europea no se aplicarán a Reino Unido.
