Noticias relacionadas:
VIOLACIÓN DEL ESPÍRITU
Patrones corporales. La vida es… “formas en movimiento”
Nuestra conciencia tapa, esconde el dolor de determinadas maneras, pero es inevitable que por un lado u otro, esa información, esa experiencia no integrada, asome por cualquier esquina.
Hechosdehoy / Ángeles Álvarez
Los sentimientos encerrados en el cuerpo contribuyen al desarrollo de patrones corporales. Unos patrones corporales adquiridos y aprendidos que reflejan la presión de los acontecimientos externos.
Por ejemplo, en casos de agresión sexual (con violencia o sin ella), a veces, se hace necesario para la propia persona que esos sentimientos queden en las más recónditas profundidades. De no ser así…¿qué pasaría?
La naturaleza es sabia, nuestro cuerpo también y cuando esto ocurre es porque no siempre estamos preparados para integrar lo vivido o experimentado. Nuestra conciencia tapa, esconde el dolor de determinadas maneras, pero es inevitable que por un lado u otro, esa información, esa experiencia no integrada, asome por cualquier esquina. El síntoma emerge y se comunica. El síntoma no es silencioso, y cada vez que puede, nos indica que hay algo que trabajar, prestar atención y dejar de dar la espalda.
Carolyn J. Braddock, Psicoterapeuta especializada en trastornos de estrés postraumático, traumas sexuales y corporales, hace referencia a tres patrones corporales diferentes, definidos como el cuerpo rígido, el cuerpo colapsado y el cuerpo inanimado.
El paciente rígido se encuentra físicamente bloqueado. Su energía se encuentra acumulada interiormente, sin apenas flexibilidad. Sigue aferrado a su trauma y no permite el acercamiento de otra persona tan fácilmente.
El cuerpo colapsado muestra su actitud de rendición y su sistema de creencias basado en la aceptación de la derrota.
El patrón inanimado se caracteriza por su parálisis y ausencia de movimientos libres. De esta manera se defiende de la vida que le rodea y puede permanecer insensible al dolor y el temor.
Estos tres patrones corporales tienen mucho que ver también con los patrones de alteración somática explicados por Stanley Keleman, Psicólogo somático, pionero en el estudio del cuerpo y su conexión con los aspectos emocionales, psicológicos, sexuales e imaginativos de la experiencia humana.
En este caso, nos encontramos con una organización emocional de cuatro estructuras en las que la morfología expresa las experiencias y conflictos personales.
La estructura rígida, densa, hinchada y colapsada
Estos cuatro patrones se presentan en un proceso progresivo que va desde la expansión muscular permanente a la compactación (contracción muscular permanente). Desde la inflamación (expansión permanente de la cavidad) hasta el colapso (contracción permanente de la cavidad).
La expresión de la rigidez es mantener a la otra persona alejada, mientras que la inflamación nos indica una intención de acercamiento. La densidad también indica una intención de alejar a los demás, mientras el derrumbe busca atraer hacia sí al otro.
La anatomía comprende lo genético, lo embriológico y la historia personal. Refleja las agresiones recibidas en el entorno (familia-sociedad) y expone lo que hicimos para preservar nuestra propia integridad bajo coacción. En mis próximos posts, detallaré más ampliamente cada patrón emocional, así como diferentes formas de identificación y modificación de los mismos.
“Tu herida, la violación de tu espíritu, es una invitación a que renazcas. Nuestras heridas nos dicen que las formas anteriores van a morir y que nuevas formas, insospechadas hasta ahora, están a punto de florecer”.
Jean Houston, La Sagrada Herida.
Otras noticias:
AUDIENCIAS DEL DOMINGO