Los ingredientes
– 1/2 kilo de carne picada
– 2 zanahorias delgadas
– 1 guindilla
– 1 cebolla pequeña
– 1 o 2 planchas de hojaldre (depende del tamaño)
– 1 yema de huevo
– sal y pimienta negra recién molida
– aceite de oliva
La preparación
Picar la cebolla, limpiar las zanahorias y cortar en lonchas finas. Calentar un poco de aceite en una sartén antiadherente y sofreír la cebolla y la zanahoria con cuidado de que no se quemen. Añadir la guindilla picadita y sin semillas.
Agregar medio vaso de agua y media pastilla de caldo de carne y dejar cocer a fuego lento para que se hagan las zanahorias. Añadir un poco más de agua si lo ve necesario.
Salpimentar la carne picada y añadirle el contenido de la sartén. Remover muy bien con un tenedor.
Cortar cuadrados de masa de hojaldre del tamaño deseado (una vez doblados se quedan en la mitad).
Forrar la bandeja del horno con papel para hornear. Ir colocando uno a uno un cuadrado de hojaldre, poner encima el relleno y doblar las esquinas hacia el centro de forma que se solapen mínimamente. Se pueden "pegar" con un poquito de agua.
Proceder así sucesivamente. Untar los pastelitos de carne con un poco de yema de huevo para que luzcan bien doraditos.
Meter al horno durante unos 20 o 30 minutos (según el tamaño.
Servir calientes acompañados de una buena ensalada.