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LA LLAVE DE POLONIA

Obama y Merkel, un gran sentimiento de frustración en la crisis de Ucrania

Una visita de la canciller a Washington bajo un escenario tenebrosos con los reproches mutuos sobre cómo se abrió el melón del Este y cuáles son las salidas con Rusia.

Hechosdehoy / Lola Paredes
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Sobre el terreno, en el campo bélico, las peores noticias posibles porque Rusia no cumplió lo pactado en la reunión de Ginebra. Ucrania lanza una gran operación militar para retomar Slaviansk (Slovinask). Dos pilotos ucranios murieron tras ser abatidos con misiles dos helicópteros en la ciudad controlada por milicias prorrusas. Las autoridades de Kiev han recuperado el servicio militar obligatorio para frenar la rebelión. Hasta 16 ciudades y pueblos del este se hallan en manos prorrusas, mientras continúa las ocupaciones de edificios.

La dimensión de las respuestas

¿Cuál debe ser la respuesta al desafío de Vlamidir Putin? Formidable cuestión que domina la visita de Angela Merkel a Washington? La crisis de Ucrania con Rusia ya está con fuerza en las casas de apuestas británicas y se observa en los despachos del Banco Central Europeo en Frankfurt como una de las más inquietantes potenciales crisis geopolíticas que acecha a la Eurozona.

Angela Merkel llegó a la Casa Blanca días después de que Estados Unidos y la Unión Europea aprobaran nuevas sanciones financieras a Rusia, que apuntan a personas clave del entorno de Vladimir Putin,. Pero a la vez estas sanciones evitan el castigo a sectores claves como el energético. A la vez la posibilidad de una ayuda militar a Ucrania quedó descartada.

¿Cuáles  son los caminos en esta crisis? Como explicó Hechos de Hoy, Ucrania divide a Europa y Estados Unidos en calibrar con exactitud las respuestas; también a los vecinos de Rusia que se sienten amenazados por la agitación en Ucrania; y por supuesto a los países con economías entrelazadas con la rusa (el caso de Alemania), o con intereses financieros y buena relación con el Kremlin (el caso del Reino Unido). Añadiendo también la perspectiva de España (la buena relación del presidente del Gobierno y el Rey Juan Carlos I con Rusia, y especialmente Vladimir Putin.

El ajederez eslavo que ejecuta Vladimir Putin sin pestañear se ha convertido para el propio Washington un campo de minas donde todos dudan en sus consejos al presidente. Unos piden sanciones muy duras de forma unilateral: otros, como el mismo Obama, quieren que haya un consenso en la respuesta con la Unión Europea. De forma malévola los republicanos apuntan a que Obama acabará convirtiendo a Estados Undos, en esta crisis, en una ficha más más del parchís tutubeante que se huega en Bruselas cuando se trata de cuestiones de política exterior.

En el caso de Angela Merkel su suelo es muy quebradizo. No ha olviado la humillación de las escuchas pero no es el momento de esta querella que el orgullo alemán tiene que tragar. Sabe además que se han cometido muchos errores y torpezas en la crisis de Ucrania por parte europea pero tiene muy presente la red de relaciones ecnómicas de Alemania con Rusia. Son además principios levantados desde el derrumbe del Muro de Berlín.

Pero a la vez todo lo que está sucediendo no deja lugar a la impotencia. Son significatias las reacciones de medios que crean opinión en Alemania. La revista Der Spiegel ridiculizó como ingenuo y peligroso el más que razonable pacifismo de la sociedad alemana. El diario Die Welt publicó un artículo de la historiadora estadounidense Anne Appelbaum animando a los alemanes a plantar cara a Rusia. Appelbaum está casada precisamente con el ministro de Exteriores de Polonia, Radek Sikorski.

Una de las llaves en esta crisis es Polonia con su apoyo a los sectores más intransigentes del Maidan. La verdadera cuestión es la de que todos echaron gasolina a la hoguera de Kiev y dejaron que las pasiones se desataran. En esta vorágine, a la opinión pública alemana le ha decepcionado la fragilidad de Obama. En manos de la canciller queda ahora abrir en esta visita a Washinhton puertas razonables para desactivar una crisis que si avanza desbocada será un infierno político y económico.

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