Barack Obama admitió, en reveladoras declaraciones al programa 60 Minutes de la cadena CBS el error de Estados Unidos en las evaluaciones de inteligencia en Siria e Irak. El presidente calificó a Siria como el país de Oriente Medio que se ha convertido en la "zona cero" del yihadismo.
Reconoció que los servicios de inteligencia nunca pensaron que la guerrilla suní radical de Estados Islámico (ISIS por sus siglas en inglés, Estado Islámico de Irak y el levante) llegaría a convertirse en actor principal en la guerra civil siria. Al mismo tiempo Estados Unidos se equivocó también al considerar que Irak contaba con un Ejército bien entrenado, con moral alta y mandos eficaces frente a todos los desafíos de grupos radicales yihadistas. Tanto en Siria como en Irak todas las agencias de inteligencia de Estados Unidos erraron de forma estrepitosa.
Barack Obama, citando informes del director nacional de inteligencia, James Clapper, admitió que Estados Unidos subestimó lo que estaba ocurriendo en Siria. En Irak dijo que militantes islámicos pasaron a la clandestinidad después de que los marines estadounidenses controlaron a Al Qaeda con la ayuda de las tribus del país. "Pero en el último par de años, en medio del caos de la guerra civil de Siria, donde esencialmente tú tiene grandes franjas del país completamente sin gobierno, ellos fueron capaces de reconstituirse y tomar ventaja del caos", señaló Obama. "Y por esto, el lugar se convirtió en una zona cero para los yihadistas de todo el mundo", añadió.
Barack Obama hizo estos análisis después de haber extendido a Siria los ataques que comenzaron en agosto en Irak contra ISIS. Inidicó que se necesita la fuerza militar para reducir sus capacidades, cortar su financiamiento y eliminar el flujo de combatientes extranjeros. El presidente reconoció tanto sus errores de juicio como los análisis de su Administración. A principios de año -asunto que destacó Hechos de Hoy-, en una entrevista con la revista The New Yorker, minimizó a los milicianos del grupo Estado Islámico.
Paralelamente a estas declaraciones, en varios programas de noticias transmitidos el domingo, la Casa Blanca enfatizó que la guerra contra las milicias del grupo Estados Islámico no significará el regreso de tropas estadounidenses a combatir en Oriente Medio. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo en una entrevista con el programa de la cadena ABC This Week que será necesario mandar a algunas tropas al terreno.
Dijo que Estados Unidos y sus aliados quizá puedan entrenar a fuerzas iraquíes y de la oposición siria moderada y enviarlos al campo de batalla. Sin embargo, si otros no envían a tropas al terreno, Estados Unidos "no tendrá otra opción" que enviar a sus soldados, señaló Boehner. Sus comentarios fueron rápidamente rechazados por el asesor presidencial de seguridad nacional, Tony Blinken, en el programa Face the Nation. "No vamos a repetir lo que hicimos antes. Cientos de miles de estadounidenses entrampados en el terreno en el Oriente Medio, eso es exactamente lo que quiere Al Qaeda", dijo Blinken. "No vamos a hacer eso", insistió.
En estos cruces de declaraciones y análisis, fue interesante lo recalcado por Barack Obama. Subrayó que la derrota de las milicias yihadistas requiere un plan que se ejecute en dos fases. Se necesitan soluciones políticas en Oriente Medio que permitan la convivencia de suníes y chiíes, dijo el presidente destacando que los conflictos entre los dos grupos más grandes del Islam es la mayor causa de conflictos en el mundo.
