Barack Obama con problemas en todos sus frentes políticos. En la escena doméstica -asunto destacado por Hechos de Hoy-, críticas muy incisivas de su exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, por sus errores en Oriente Medio. En el retorno a Irak, estupor -que comparte Arabia Saudí– ante la ceguera de Nuri al-Maliki de no aceptar un gobierno de concentración en un momento de una situación límite en el país.
Al Maliki insiste en formar Gobierno tras encabezar la lista más votada en las pasadas elecciones generales pese a los llamamientos a que deje paso a candidatos de consenso. Al Maliki acusó al presidente, el kurdo Fuad Masum, de torpedear su nombramiento. "Entregaré una queja formal a la Corte Federal contra el presidente de la república por haber cometido una clara violación de la Constitución a favor de sus cálculos políticos”, dijo Al Maliki en un mensaje televisado.
Por su parte el departamento de Estado de Estados Unidos insistió en su apoyo a Fuad Masum en un comunicado en el que también señaló que está monitorizando cuidadosamente la situación en Irak y que se mantiene en contacto con los líderes del país. "Apoyo total al presidente iraquí Fuad Masum como garante de la Constitución y de un candidato a primer ministro que pueda crear un consenso nacional", escribió el secretario de Estado adjunto para Irak, Brett McGurk en su cuenta de Twitter.
Para Arabia Saudí es una equivocación de Al Maliki no abrir un consenso entre suníes y chiíes como la mejor vía para luchar contra la guerrilla de Estado Islámico, que ha mostrado su cara cruel y salvaje de un sunismo radical como nunca existió en Oriente Medio con persecución de lo que considera herejes en el Islam e infieles, seguidores de otras religiones, especialmente cristianos.
Maliki en el fragor de la polémica