Hubo acuerdo en la reunión del presidente del Gobierno con el presidente de la Generalitat de abrir una mesa de negociación polítca al margen del Parlamento de Cataluña y del Congreso de los Diputados. Se celebrará el 13 de septiembre en Barcelona.

Posible presencia de la figura de un relator, la cuestión que colapsó el diálogo con el Gobierno en febrero de 2019.

La composición de la mesa de negociación será decidida por ERC y Junts, y se pretende que también por la mayoría parlamentaria, es decir, por la CUP.

La conferencia de prensa de Pere Aragonès en el centro cultural Blanquerna -la Delegación del Govern en Madrid subrayó las cuestiones esenciales para la resolución del "conflicto polítco" según destacó el presidente de la Generalitat:

1.  El fin de la represión en Cataluña.

2. La necesudad de que el Tribunal de Cuentas anule las fianzas impuestas a los altos cargos de la administración catalana desde 2013.

3. Retirar las demandas de extradición contra los "exiliados". Es decir, el regreso especialmente de Carles Puigdemont a España, libre y sin cargos.

4. Acabar con el secuestro de la judicatura por el Partido Popular.

5. Subrayar que la prioridad para la Generalitat es la celebración de un referéndum.

"Que nadie se equivoque, iremos con toda la ambición y toda la determinación a defender un referéndum sobre la independencia de Cataluña, un referéndum sobre el futuro político de Cataluña e iremos con toda la ambición a defender la autodeterminación y una amnistía".  El énfasis que hizo Pere Aragonès de todo lo debatido en La Moncloa.

De nuevo, como cuando negó que fuera a conceder los indultos, el presidente del Gobierno aseguró que no habrá un referéndum de indepenencia. Con el temor a una escisión en el grupo parlamentario socialista, Pedro Sánchez subrayó estas palabras mirando a sus escaños. "El PSOE nunca jamás lo aceptaría". sentenció.

Pero precisamente es el nudo gordiano y el punto central de la mesa de negociación política acordada (al margen de la Contitución) entre el Gobierno de España y el Gobierno de Cataluña.

La llamada de Abascal y Arrimadas

En este escenario, en el Congreso de los Diputados por primera vez se produjo la unión del voto del centro derecha (el efecto Ayuser)al pedir y apoyar los líderes de Vox y Ciudadanos que Pablo Casado presenta una moción de censura para disolver el Congreso, poner fin a la legislatura y celebrar elecciones generales.

Santiago Abascal se dirigió directamente a Pablo Casado para pedirle que "no se dé por vencido" y "busque los apoyos necesarios, le lleve el tiempo que le lleve".

"Es su responsabilidad, señor Casado, tratar de conseguir esos apoyos". "No le metemos prisa, sólo le brindamos nuestro apoyo", señaló. 

"Al menos serviría para retratar a Sánchez con sus socios de gobierno", dijo  sin descartar que partidos pequeños como Teruel Existe o Coalición Canaria la apoyen obligados por los indultos. "No se precipite en decir que no dan los números", sentenció. En esa línea se pronunció también Inés Arrimadas rompiendo su relación con el PSOE.

La oposición ha puesto en duda las afirmaciones de Pedro Sánchez. Pablo Casado, del PP, le ha dicho que su palabra no tiene credibilidad. Y Gabriel Rufián, de ERC, le ha pedido tiempo: "También dijo que no habría indultos". Aitor Esteban (PNV) ha insistido en esta idea: "Nunca diga nunca jamás a nada", le ha pedido. 

El líder del PP, Pablo Casado, ha anunciado que su partido ha recurrido judicialmente los indultos. Y ha tachado de "insulto" la mesa de negociación con Cataluña prevista para septiembre. Ha asegurado que Sánchez entrega España a los nacionalistas, que los indultos serán su finiquito como presidente del Gobierno "y el epitafio del PSOE como partido constitucionalista".