Los expertos se han puesto de acuerdo: la grasa abdominal es perjudicial para la salud en todos los casos. Así lo acaba de resaltar una investigación que se publica en Annals of Internal Medicine que demuestra que el exceso de peso en la barriga aumenta el riesgo de muerte prematura, incluso en aquellas las personas que se considera que tienen un peso normal.
De hecho, señalan los investigadores de la Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos), en su estudio, las personas con un peso normal pero con un exceso de grasa en la zona del estómago tenían incluso un riesgo más elevado de fallecer de forma prematura que las aquellas con sobrepeso u obesidad.
La grasa abdominal se ha asociado con el colesterol alto, la inflamación, las enfermedades cardiacas, el accidente cerebrovascular y la diabetes. Los investigadores han utilizado los datos de una encuesta nacional para comparar el riesgo de muerte prematura en más de 15,000 personas adultas.
El tiempo de seguimiento medio fue de 14 años. Los investigadores observaron el índice de masa corporal (IMC), una estimación aproximada de la grasa corporal en función de la medida del peso y la estatura. También analizaron la proporción entre la cintura y la cadera.
De esta forma hallaron que los adultos con un peso normal con grasa abdominal adicional tenían el peor nivel de supervivencia a largo plazo, independientemente del IMC. Y a los hombres con peso normal y con una barriga de mayor tamaño parecía irles peor que a las mujeres delgadas con grasa en el abdomen.
Pusieron el ejemplo de un hombre con un pesonormal y con más michelines tenía un riesgo un 87% más alto de muerte durante que otro con un peso normal sin grasa de más en el abdomen. En comparación con los hombres con sobrepeso u obesidad (tal y como se mide solamente con el IMC, sin más información concreta sobre el tamaño de la cintura), el riesgo de morir prematuramente de un hombre con un peso normal con grasa abdominal adicional era de más del doble, según el estudio.
Algo parecido le ocurrió a las mujeres. Aquellas con un peso normal y con grasa abdominal adicional tenían un riesgo casi un 50% más elevado de muerte durante el periodo de estudio que las mujeres con un peso normal cuyo peso estaba distribuido forma más equitativa por todo el cuerpo.
Algunas personas son más propensas a depositar el exceso de grasa en torno a la zona media. Esto puede llevar a una acumulación de grasa en órganos vitales, sobre todo en el hígado. Otro grupo podría ser el de los que tienen un exceso de grasa corporal y alguna enfermedad, quizá en su etapa inicial, que provoca la pérdida de masa corporal magra.
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