Serias dudas de Carlo Ancelotti sobre las piezas que se han desencajado en el Real Madrid. También, en un hombre muy seguro de sí mismo, de su experiencia y la certidumbre de lo que vale, hay una brizna de desencanto con todo y con todos.

Su situación es de debilidad porque la exigencia es muy grande por parte de su presidente, Florentino Pérez. Fuera de la Copa del Rey, el Santigo Bernabéu vivió una noche de pánico al estar a punto de quedar eliminado en la Champions. El equipo comenzó a brillar con Cristiano Ronaldo feliz, y empezó a sufrir con la extraña crisis sentimental del jugador. Un fenómeno extradeportivo pero que le ha afectado de forma sorprendente.

De repente es como si algo se hubiera roto para sorpresa del equipo, el entrenador y el presidente. A grandes males, grandes soluciones. Sólo una respuesta de autoridad en el Camp Nou, o una situación de tablas, devolverá la estabilidad. Una derrota con humillación es el escenario que el entrenador nunca contempló y sobre el que advirtió a sus jugadores.

El Real Madrid de Carlo Ancelotti parte de un 4-3-3. El FC Barcelona de Luis Enrique responde con el mismo dibujo en el arranque del Clásico en el Camp Nou pero ambos saben que en estos duelos tienen que reajustar posiciones sin respiro, hasta el último segundo.

El Real Madid con Iker Casillas en la portería. Quizás sea su última visita al Camp Nou como apuntó Hechos de Hoy. En la línea de centrales, Carvajal y Marcelo como laterales, y Sergio Ramos y Pepe de pareja central. Por delante Modric, Kros e Isco. En el ataque, Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo -la célebre BBC-. La BBC sin embargo se tendrá que replegar. Es un mensaje sobre todo para Bale. El gran jugador no comprende que dará lo mejor si tiene espacio para correr y atacar. Las distancias cortas no le permiten brillar. En el banquillo, las bazas de Jesé y Chicharito en un partido en el que se necesita atacar, y responder con energía.

El FC Barcelona vive su momento más feliz. Si Carlo Ancelotti se halla en la cuerda floja, Luis Enrique está distendido sentado en el sillón de los VIP tras rectificar errores y confiar en la extraordinaria forma de Lionel Messi. En la portería Bravo. En la línea de centrales, Alves y Alba como laterales, y Piqué y Mathieu de pareja defensiva . En la línea de centrales, Iniesta, Mascherano y Rakitic, que ha dejado goles y jugadas de enorme belleza. En el ataque, Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar. Pedro en el banquillo, dispuesto a entrar en acción.

En juego no está la brecha definitiva. El resultado hará daño en cambio a la fortaleza mental. Carlo Ancelotti lo dijo por activa y por pasiva. Quedaron advertidos.