Desvelada la primera parte del suspense. La CUP se plantó ante Artur Mas en una jornada negra por el sabotaje al AVE (ver en Hechos de Hoy, El robo de cobre obliga a paralizar la circulación del AVE en Cataluña). Lo que parecía un robo fue confirmado como acto de sabotaje. Quienes lo hcieron sabían loos efectos devastadores.
En el plano político, la CUP, el partido antisistema y anticapitalista, desveló sus cartas.
"Ruptura democrática", proceso constituyente hacia una "república catalana" y plan de choque con medidas sociales son sus principios irrenunciables. Los exigen como conidición a la negociación con Junts pel Sí, que anteponen al debate sobre quién debe presidir el futuro gobierno de la Generalitat.
Pese a que en su momento la CUP admitió que el "plebiscito" del 27S se había perdido, ahora ejercen la máxima presión.
La CUP ha advertido que quiere acordar el "qué" y el "cómo" se construye la futura "república catalana" y dar pasos "irreversibles" en el proceso soberanista antes de debatir sobre "quién" debe presidir el gobierno catalán y si éste debe ser Artur Mas.
En una conferencia política que tuvo lugar en el auditorio de la UPF de Barcelona bajo el título de Para gobernarnos, luchemos por la república, la número dos de la CUP, Anna Gabriel, ha lamentado que "la presión hacia la CUP está siendo injustamente dura, y aunque todo es legítimo y respetable" su formación no desea "especular".
"Empieza una etapa que ya no es de gobierno autonómico sino que de lo que se trata es de construir una república, puesto que el 27-S ganó una mayoría favorable a esto, y la clave está aquí y pasa por encima de partidos y de salidas personales", afirmó Anna Gabriel. Todos los escenarios están abiertos en Cataluña, Incluso el de unas nuevas elecciones.