Gran Bretaña llora la pérdida de su reina, apodada cariñosamente “la roca”. La muerte de Isabel II marca el final del reinado más largo de un monarca en Gran Bretaña en toda la historia del país. Su muerte es un punto de inflexión profundo, el final de una época.

Su hijo Carlos, de 74 años, emitió un comunicado en el que dice que “La muerte de mi amada Madre, Su Majestad la Reina, es un momento de la mayor tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia”. El texto va firmado con el nombre de Carlos, rey, aunque probablemente no reinará como Carlos III.

Operación London Bridge, el protocolo de actuación para las horas más tristes del Reino Unido. Desde 1960 existe un plan especial con todas las indicaciones marcadas para el momento de la muerte de Isabel II. Desde el anuncio a familiares y a diferentes países hasta la programación especial en la BBC.

Por la tarde de este jueves 8 de septiembre, los médicos de la reina Isabel II hicieron público el comunicado en el que manifestaban su “preocupación” por el estado de salud de la monarca y recomendaron que permanezca bajo “supervisión médica” en el castillo de Balmoral, en Escocia.

“Tras una nueva evaluación esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica. La reina sigue cómoda y en Balmoral”, señala el escueto comunicado. Fue el anuncio de su agonía final y de una situación ya irreversible.

La reina Isabel II llevaba 70 años en el trono. Bajo su reinado ha conocido a 17 primeros ministros diferentes, 6 de ellos que nacieron después de que llegase al trono. Los cuatro hijos, Carlos, Ana, Andrés y Eduardo se reunieron en Balmoral, Escocia, para acompañar a su madre.

El protocolo de actuación 

Como adelantó The Guardian, el plan para el momento de la muerte de la reina Isabel II, se estableció en los años 60, con los detalles perfeccionados y actualizados. El nombre en clave es Operación Puente de Londres. El médico personal de Su Majestad, el profesor Huw Thomas, será el primero en comunicar su fallecimiento, seguido por su secretario privado, Sir Edward Young.

Este plan comienza con la frase “London Bridge is down” o, en español, “el puente de Londres ha caído”.

En ese momento, el secretario de Isabel II, Sir Edward Young, es el encargado de anunciar la noticia a la primera ministra, Liz Truss. Ella ordena a su equipo transmitir la noticia al Ministerio de Exteriores, quiénes se lo comunicarán a los gobiernos donde la monarca es considerada Jefa de Estado, y luego al resto de países restantes de la Mancomunidad de Naciones, la mayoría de ellos antiguas colonias británicas.

A continuación, la noticia se comunica al público a través de los medios de comunicación. Todas las cadenas de radio comerciales en el Reino Unido cuentan con una luz obituaria de color azul. Esta fue la encargada de avisar del fallecimiento de cualquier miembro de la Casa Real británica, y en todos los casos se aplica el mismo protocolo: reproducir una lista de música triste predefinida como anticipación al anuncio.

El protocolo de actuación en caso de fallecer Isabel II

La BBC, al ser la cadena pública del país, recibe un aviso especial de un sistema creado en su día durante la Guerra Fría. Entonces, se emitirá una secuencia ya preseleccionada de sus retratos.

Los presentadores de televisión llevarán luto.

El periódico nacional The Times, tiene listos 11 días de cobertura preparada. De hecho, distintos expertos de la realeza tiene firmados contratos de exclusividad con cadenas de televisión para hablar de ello. En los vuelos comerciales, se escuchará a los pilotos dar la noticia a través de los altavoces.

En el momento del fallecimiento, el Príncipe Carlos sucede en el trono a Isabel II y comienzan así los 10 días de luto oficial y los preparativos para el Funeral de Estado y la coronación del nuevo rey Carlos III.

Al fallecer en Escocia, Operación Unicornio

Al haber fallecido en Escocia, donde se encontraba últimamente, comenzó lo que es la Operación Unicornio. Su féretro será llevado en tren a Londres, si es posible. Y, si no, la Operación Overstudy, que trasladará el féretro en avión.

La Operación Unicornio consiste en la suspensión inmediata de los trabajos en el Parlamento escocés para que las autoridades puedan preparar un funeral de Estado.

Los asuntos políticos se suspenden y el funeral tendrá lugar probablemente unos diez días después de su muerte. Se intuye que la catedral de San Giles y Holyroodhouse, en Edimburgo, serían los puntos de encuentro para los periodistas y el público. También significará que su cuerpo podría ser velado en Holyroodhouse, y el féretro sería llevado a la catedral en la Royal Mile. A continuación, el cuerpo de la reina se colocaría en el tren real en la estación de Waverley y viajaría de vuelta a Londres.