El Partido Conservador cerró división y heridas con el homenaje al político más popular y controvertido del Reino Unido en las últimas décadas.
“Boris, culminaste el Brexit, aplastaste a Jeremy Corbyn, desplegaste la campaña de la vacunas. Y plantaste cara a Vladímir Putin. Eres admirado desde Kiev a Carlisle”, las palabras de Liz Truss, su sucesora en el 10 de Downing Street.
Pero, en los hechos de hoy, la pregunta permanece entre los analistas en un momento de riesgos sin precedentes para la libra esterlina. ¿El Partido Conservador tomó la mejor opción?
Liz Truss, con su equipo, prepara un paquete de ayudas directas a los ciudadanos para hacer frente a la crisis energética. Los medios apuntan a la imposición de un límite en los recibos de gas y electricidad de los hogares, que el Gobierno compensaría posteriormente a las empresas suministradoras.
El organismo regulador británico, OFGEM, ya anunció que las facturas aumentarían por encima del 80% este invierno, en el caso del consumo doméstico. Para las pequeñas y medianas empresas, el gasto puede suponer simplemente el KO, la ruina definitiva.
Kwasi Kwarteng se perfila como el nuevo ministro de Economía. Es partidario de un plan de choque desde el primer momento. Pero a la vez Liz Truss quiere rebajar impuestos para impulsar un nuevo ciclo económico fuerte. Liz Truss ya ha subrayado sus prioridades: Brexit, inmigración, y fuerte gasto en defensa.
Boris Johnson ofrecerá su discurso de despedida ante la puerta del número 10 de Downing Street, antes de volar a Aberdeen. En el castillo de Balmoral comunicará su dimisión a Isabel II y sugerirá el nombre de Liz Truss para sustituirlo. Lizz Truss viajará también hasta allí. La reina pedirá a la sucesora que constituya un Gobierno en su nombre.
Atención a que Liz Truss puede asustar a los inversores por que aterriza en pleno ciclón:
– Los precios disparados de la energía, con facturas que van prácticamente a duplicarse.
– Un clima de recesión avanzado por el Banco de Inglaterra.
– Una crisis con la Comisión Europea por el Protocolo de Irlanda del Norte que ella misma se encargó de desguazar como ministra de Exteriores.
;- Un invierno de huelgas en la mayoría de los sectores públicos.
Muy pronto se sabrá de qué pasta está hecha la sucesora de Boris Johnson. O consigue el milagro de un vuelco en las expectativas electorales y afronta con máxima energía e inteligencia los desafíos, o simplemente gestiona la derrota definitiva de los conservadores. Por lo pronto la City, analistas y gurús dudan sobre su talla y capacidad, y temen además que asuste a los inversores.
