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Inéditas pancartas en Pekín y en las principales ciudades chinas contra la dictadura de Xi Jinping. (Foto: CNN)

IMPACTO MUNDIAL

Las pancartas del Puente Sitong, valiente protesta sin precedentes contra Xi Jinping

Una solidaridad sin precedentes en China, y en la diáspora de las comunidades fuera del país con el hombre o la mujer que colgó las pancartas en el Puente Sitong -en el distrito de Haidian, en el noroeste de Pekín.- calificando a Xi Jinping como "traidor dictatorial".

Hechosdehoy / Arturo Vázquez Cano

“Por supuesto que amo a mi país, China, pero no al Partido Comunista de China(PCCh)“, el sentimiento que ha surgido con fuerza por primera vez en Pekín y en las más importantes ciudades de país, y se ha expandido en la diáspora, calificando a Xi Jinping de “traidor dictatorial”.

“Vida, no política de cero COVID. Libertad, no bloqueo de ley marcial. Dignidad, no mentiras. Reforma, no revolución cultural. Votos, no dictadura, Ciudadanos, no esclavos”, el manifiesto de una protesta inédita contra Xi Jinping  quien ha aplastado con puño de hierro toda disidencia como mostró con brutalidad contra el expresidente Hu Jintao.

Estas palabras, en chino fueron escritas a mano con pintura roja en una pancarta que colgaba sobre un concurrido paso elevado em Pekín, Beijing, en una inusual y audaz protesta contra el máximo líder de China, Xi Jinping.

Otra pancarta en el puente Sitong denunció a Xi como un “dictador” y un “traidor nacional” y pidió su destitución.

La policía eliminó rápidamente ambas pancartas y todas las menciones de la protesta fueron borradas de Internet en China. Pero la demostración de desafío político de corta duración, que es casi inimaginable en el estado de vigilancia autoritario de Xi, ha resonado mucho más allá de la capital china, provocando actos de solidaridad de los ciudadanos chinos dentro de China y en todo el mundo.

Eslóganes anti-Xi que se hacían eco de las pancartas del Puente Sitong han aparecido en un número creciente de ciudades chinas y cientos de universidades a nivel mundial. Hay que destacar que bajo Xi, el partido ha aumentado la vigilancia y el control de la diáspora china, intimidando y acosando a quienes se atreven a hablar y amenazando a sus familias en casa.

Un dicho chino dice que “una pequeña chispa puede incendiar la pradera”. Parecería que el fuego iniciado por el llamado Hombre Puente ha hecho precisamente eso, desencadenando una muestra sin precedentes de disidencia contra el liderazgo y el gobierno autoritario de Xi entre los ciudadanos de China continental.

Los críticos de Xi han pagado un alto precio. Hace dos años, Ren Zhiqiang, un multimillonario chino que criticó la gestión de Xi del brote inicial de COVID-19 en China y llamó al máximo líder un “payaso” hambriento de poder, fue encarcelado durante 18 años por cargos de corrupción.

“Tal vez (el manifestante del puente) es el único con tal coraje y voluntad de sacrificio, pero puede haber millones de chinos que comparten sus puntos de vista”, señaló un estudiante chino de la Universidad de Columbia en Nueva York. “Me hizo darme cuenta de que todavía hay personas así en China, y quiero que otros también lo sepan. No a todos se les lava el cerebro. (Somos) todavía una nación con ideales y esperanzas”.

Es el sentimiento que crece con fuerza en China y en su diáspora en el momento de la coronación en Pekín de Xi Jinping, de 69 años, un líder ultranacionalista que no piensa ni se preocupa por su sucesión.

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