En el caso concreto del IBEX 35 se suman las notas negativas económicas y políticas. Con el añadido que preocupa a los analistas de la pésima relación personal entre el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el candidato designado, Pedro Sánchez, para que explora los apoyos para una sesión de investidura.
Pese a un escenario económico negativo, ninguna duda en los analistas de que se hubiera producido una reacciòn positiva, o muy positiva, del IBEX 35 con un Gobierno fuerte. Sucede todo lo contrario.
La Bolsa de Madrid cerró de nuevo el martes 9 en negativo. Perdió los 8.000 puntos, retrocediendo un 17% en lo que va de 2016. Acabó de nuevo en rojo, con -2,39% y 7.927 puntos. El bono a 10 años consiguió bajar del 1,8%. Pero la prima de riesgo permanece en 151, tras cerrar el lunes en 153. Ha dado un salto de 20 puntos y ha abandonado definitivamente la barerra bajo los 99 puntos. Una situación que ha abandonado los pilares de confianza y estabilidad, que eran los acumulados antes de las elecciones generales del 20 de diciembre.
Los analistas no reaccionaron con optimismo, en las notas políticas, a las conversaciones que desarrolla Pedro Sánchez. Se esperaba un cuadro de medidas audaces, reflexionadas, y con capacidad de abrir un escenario sólido de apoyos.
Es más, en las notas de analistas económicos, el marco base presentado por el Partido Socialista (PSOE) es más un manifiesto electoral que un programa de gobierno. Actuó además sin concesiones a la hora de derogar, o poner en revisión, todos los pasos dados en los cuatro años de gestión de Mariano Rajoy.
Sobre todo desde la perspectiva de la City, y de las proyecciones que se están haciendo a corto y medio plazo, llamó la atención -y de forma negativa- que el programa del Partido Socialista (PSOE) no aborde en detalle la cuestión acuciante de Cataluña. Es asunto además que preocupa a los inversionistas y que es objeto de atención pormenorizada en la Unión Europea.
Todavía más decepción causó que Pedro Sáncher tampoco ha entrado en el detalle de la reforma constitucional, que ha sido precisamente la cuestión planteada en las consultas políticas (dos rondas de conversaciones) por el Rey Felipe VI.
En este escenario, las notas políticas no empujaron al IBEX 35, ni a los inversionistas, a un escenario positivo. El retroceso acumulado en 2016 de un 17% ahonda la preocupación por la estabilidad de España y su proyección en la Unión Europea.