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Hablar de Toledo en cuanto a gastronomía dulce siempre nos lleva a pensar en mazapanes y, por ello, en los más conocidos y típicos establecimientos de venta de estos productos. No obstante, hay otros muchos comercios que no son tan frecuentados y que, la mayor parte de los visitantes (y algunos habitantes de la ciudad) apenas saben de su existencia. Hoy me detendré en dos de ellos que he conocido gracias a mi amigo Diego, guía de Visitoledo.
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Figuritas de mazapán del taller que "La Alacena Manchega" impartió en VisiToledo. (Foto: Alejandra Rodríguez Campos).
Uno de ellos es “La Alacena Manchega”, un pequeño comercio situado en el número 14 de la calle Reyes Católicos y frente al conocido Monasterio de San Juan de los Reyes. Chon y su marido nos reciben en su tienda para ofrecernos su amplia variedad de productos, donde destacan, en mi opinión, sus mazapanes artesanos. Además, encontramos vinos (blanco, rosado y tinto) y quesos manchegos, salchichones, un espectacular chorizo de ciervo, cerdo, aceites de oliva virgen extra, azafrán, miel de gran calidad y una amplia repostería regional (mantecados, bollos de aceite o yemas de Bargas, entre otros).
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Destaca una amplia gama de quesos. (Foto: La Alacena Manchega).
Si acudimos a “
La Alacena Manchega” nos darán a probar sus distintos productos, para verificar que lo que nos llevamos es lo que queremos. Y todo ello, de forma muy cercana. Yo les conocí en un taller de mazapán que hicieron en el local de
Visitoledo, en el que niños y no tan niños aprendimos a hacer figuritas de mazapán (barritas de pan, corazones, lacitos y hogazas de pan). He de reconocer que no había comido mazapán desde que era niña porque me horrorizaba el sabor y que, tras esta actividad en la que horneamos las figuritas, me pareció algo exquisito que no había probado antes. Será por el toque que le dio
Chon, pero me hinché a comer mazapán durante las dos horas que estuvimos allí. Por otra parte, a mí no me gusta el queso pero, por lo que he oído a quienes lo han probado, el queso de cabra está impresionantemente bueno.
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"Jacinta y María – Chocolates" tiene una amplia variedad de productos exquisitos. (Foto: Alejandra Rodríguez Campos).
El segundo local a visitar está en la calle Santa Fe, cerquita del Arco de la Sangre. Se trata de “
Jacinta y María – Chocolates”, un lugar para niños y no tan niños. Desde el escaparate, una frase serigrafiada con letras que parecen chocolate nos invita a entrar: “
La vida es como una caja de bombones. Nunca sabes lo que te va a tocar” (
Forrest Gump). Una vez dentro,
Paco y
Yolanda nos reciben con una gran sonrisa y sentido del humor. Fantásticos chocolates artesanos, gominolas, caramelos, frutos secos, torreznos, viandas, salazones, encurtidos (aceitunas, pepinillos, cebollitas,…), vinos, licores, cerveza artesana, especias y una gran decoración es lo que hace de esta tienda, un lugar indispensable para pasarse no sólo en navidades sino en cualquier época del año.
Paco siempre ofrece a todos sus clientes algún producto para degustar. En mi caso, he de decir que me ganó con los torreznos… ¡¡Qué sabor tan extraordinario!! Quien no lo conozca, les recomiendo pasarse por esta tienda, no se van a arrepentir.
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El escaparate de "Jacinta y María – Chocolates" invita a entrar. (Foto: Alejandra Rodríguez Campos).
Aparte de ayudar al pequeño comercio, estaremos adquiriendo productos de calidad y gran sabor que podremos llevarnos a casa para endulzar, tanto en navidades como el resto de días del año, pues se ofrecen todos estos productos de forma permanente.
