"Estoy abrumado, como Bárcenas cuando llega al juzgado", fueron las primeras palabras de Juan Goytisolo que apareció con chaqueta de cuadros marrón y corbata, pero no con chaqué. El escritor llegó al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde recibió el Premio Cervantes correspondiente a 2014.
Éste es el máximo galardón de las letras hispánicas, en una ceremonia que por primera vez estuvo presidida por los Reyes de España, FelipeVI y Letizia, como monarcas. "No siento emoción ninguna", aseguró el autor que además señaló que se siente como si fuera su "doble", un doble que expresará "muchas cosas en pocas palabras".
“No voy buscando premios”, respondió Goytisolo al ser preguntado sobre si le gustaría que, una vez galardonado con el Premio Cervantes, le concedieran el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
Hay que recordar que el jurado del Premio Cervantes 2014 otorgó el galardón a Juan Goytisolo “por su capacidad indagatoria en el lenguaje y propuestas estilísticas complejas, desarrolladas en diversos géneros literarios; por su voluntad de integrar a las dos orillas, a la tradición heterodoxa española y por su apuesta permanente por el dialogo intercultural”.
“A comienzos de mi larga trayectoria incurrí en la vanagloria de la búsqueda del éxito, ser noticia, como dicen obscenamente los parásitos de la literatura (…) El dulce señuelo de la fama sería patético si no fuera simplemente absurdo. La verdadera obra de arte no tiene prisas. Ser objeto de halagos me lleva a dudar de mí mismo”, comenzó el discurso Goytisolo cuyo objetivo era hablar de la literatura y de la situación política y social de España.
“Mi condición de hombre libre invita a la modestia (…) La mirada de la periferia al centro es más lúcida que a la inversa (…) La luz bruta del subsuelo cuando menos se la espera (…) Mi instintiva reserva a los nacionalismos de toda índole me ha llevado a abrazar la identidad cervantina; cervantear es aventurarse en el territorio incierto de lo desconocido; dudar de los dogmas nos ayuda a eludir el dilema que nos acecha”, recalcó el periodista.
“No se trata de poner la pluma al servicio de una causa, sino de introducir el fermento contestatario de esta en la escritura (…) Cervantes nos muestra el camino (…). Las razones para indignarse son múltiples y el escritor no puede ignorarlas sin traicionarse a sí mismo”, finalizó Goytisolo en un discurso breve pero intenso.
Este Premio Cervantes fue el primero que entregue Felipe VI como monarca, aunque ya en dos ocasiones anteriores, en la edición de 2011 y 2012, lo hizo en sustitución de su padre, el Rey Juan Carlos I, cuando se encontraba convaleciente.
Entre los asistentes a la ceremonia en Alcalá, además del nutrido grupo de representantes políticos e institucionales, escritores como Carmen Posadas, periodistas como Nativel Preciado, académicos como José Luis Gómez y editores como Joan Tarrida (Galaxia Gutenberg) y Juan Barja.