La corrupción política volvió a un primer plano en una agitada Cataluña con una cadena de crisis (ver en Hechos de Hoy, La Candidatura de Unidad Popular partida en dos en el debate sobre Artur Mas.
Jordi Pujol Soley, expresidente de la Generalitat, y su esposa, Marta Ferrusola, citados como imputados por blanqueo de capitales. El juez les llama a declarar el 10 de febrero por blanqueo dentro de la causa abierta contra su hijo mayor. A la vez asume también la causa por delitos fiscales de la familia.
Hay a la vez lo que podría calificarse como amplia crisis social (crisis política y económica). No se comprende por patronos, líderes económicos y sociales -las grandes familias de empresarios- la actitud de Artur Mas exponiendo a Cataluña a un gran riesgo por su obsesión de gobernar a toda costa.
Todo depende de la CUP, los llamados cuperos, la Candidatura de Unidad Popular, un partido antisistema y anticapitalista. Del relo se ha pasado al rechazo por el giro de la lista de Artur Mas y Oriol Junqueras, Junts pel Sí (JxS) de dejar todo el poder en manos de la izquierda antsistema.
Por parte de la CUP se retrasó al domingo 3 de enero su decisión definiiva sobre Artur Mas. Es sin duda el peor balance de 2015 para Cataluña con un ejecutivo en funciones y un ambiente de parálisis desde las elecciones. Una situación sin precedentes en Cataluña en la historia de la democracia.
Jordi Pujol y Marta Ferrusola
En este ambiente de crisis encadenadas, el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha citado a declarar como investigados -imputados- el próximo 10 de febrero al expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol Soley, y a su esposa, Marta Ferrusola, por un delito de blanqueo continuado.
Les citó cita dentro de la causa por diferentes delitos de corrupción abierta contra el hijo mayor del matrimonio, Jordi Pujol Ferrusola. El juez ha asumido la causa remitida por la titular del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, sobre los delitos fiscales de la familia destapados cuando el expresident declaró la tenencia de fondos ocultos en Andorra que atribuyó a una herencia de su padre, Florenci.