Mazazo para la imagen y reputación de Cataluña, y situación política de bloqueo total que pueden castigar severamente los mercados a partir de este lunes 28 (ver en Hechos de Hoy, Candidatura de Unidad Popular, escindida por el apoyo a Artur Mas).
La investidura de Artur Mas en el aire y todo abierto al viernes 2 de enero en el que el Consejo Político de la CUP (Candidatura de Unidad Popular), y el grupo parlamentario, tomarán la decisión final.
De forma sorprendente la maratoniana asamblea de la CUP en Sabadell acabó con tres votaciones secretas que acabaron en un empater exacto. La CUP -los llamados cuperos– quedó así escindida en quienes rechazan a Artur Mas y en quienes aceptan un nuevo mandato.
En los debates de la asamblea, entre las votaciones, el foco sobre la corrupción política, los recortes sociales, la necesidad de aumentar la base social para la independencia de Cataluña y el rechazo al poder de la burguesía. Un clima de incertidumbre total entre quienes aceptan el acuerdo que ofrece Junts pel Sí (JxS) y los que exigen un candidato alternativo. Cada una de las posiciones obtuvo en la tercera votación exactamente 1.515 papeletas.
En la primera votación, un 47,14% (1.418) optaron por rechazado la investidura de Artur Mas, mientras que un 45,17% (1.359) le dieron el apoyo. En la segunda, el rechazo logró 1.512 (49,7%), y el respaldo 1.482 (48,71%)
Artur Mas necesita dos votos de la CUP y ocho abstenciones para ser investido presidente. Si no lo logra, se abrirá el escenario de comicios anticipados en marzo. La CUP decidió, por primera vez en su historia, que la votación fuera secreta en lugar de a mano alzada.
