Cuando se actúa con tanta prepotencia se pierde desde luego el significado de los detalles pero también el relato general, la visión de todos elementos de la escena política. Donald Trump, lleno de soberbia tras aplastar a sus rivales en el Partido Republicano, no comprendió que la ofensa a la familia de un soldado muerto en Irak podría convertirse en una monumental equivocación.
Así ha sido. La ofensa a un joven caído en combate, un joven Gold Star (estrella dorada), no sólo ha movilizado al presidente Barack Obama. También a las figuras destacadas del Partido Republicano. El candidato se halla por primera vez bajo fuego amigo.
Khizr y Ghazala Khan, los padres del soldado caído, intervinieron de forma activa en la convención del Partido Demócrata. Criticaron duramente a Donald Trump y su plan de prohibir la entrada de los musulmanes a Estados Unidos como protección ante el terrorismo.
Argumentaron de forma lúcida, y también muy dramática, el ejemplo y el sacrificio de su hijo, el capitán Humayun Khan, un estadounidense musulmán. Murió en acto de servicio en la guerra de Irak.
Donald Trump se revolvió contra ellos. Respondió de forma ácida y marrullera. Pero esta vez su gesto barriobajero no ha sido aceptado.
El senador John McCain, exaspirante presidencial y exprisionero en Vietnam, le criticó con dureza. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, junto a John Kasich y Jeb Bush -precandidatos en las primarias republicanas- se sumaron a este rechazo.
“Aunque el partido le ha concedido la nominación, eso no viene acompañado de una licencia sin límites para difamar a lo mejor de nuestro país”, dijo John McCain.
“Somos un país mejor gracias a ustedes. Su hijo era lo mejor de Estados Unidos y la memoria de su sacrificio nos hará una mejor nación, y nunca le olvidaremos. Espero que los estadounidenses entiendan que esas declaraciones no representan al Partido Republicano, sus funcionarios o candidatos”, fueron las palabras de McCain de apoyo y respeto al capitán Humayun Khan y su familia.
Barack Obama se sumó a estos sentimientos en un acto de veteranos de guerra en Atlanta. "Nadie ha dado más por nuestra libertad y seguridad que nuestras familias de estrella dorada", afirmó el presidente.
El caso del capitán Khan se convirtió en un punto de inflexión. Donald Trump puede retificar y comenzar una etapa más prudente en el comienzo de la recta final de su carrera a la Casa Blanca. O incluso ser más arrogante y desafiante a sus críticos.
Para el Partido Republicano llegó el amargo momento de marcar distancias. No se supo derrotar al trumpismo en las primarias. Tampoco se le desautorizo cuando comenzó sus descalificaciones contra México, la inmigración latina y las mujeres. Es una incógnita lo que sucederá. Pero la marca del Partido Republicano comenzó a agrietarse y caminar además en el filo del cisma.
– Ver en Hechos de Hoy, De Melania Trump a Melania K y su posado a Alé de Basseville.
