El presidente de China, Xi Jinping, aseguró que su país se reservará el uso de la fuerza en la consecución de la reunificación con Taiwán, aunque explicó que ésta iría dirigida contra fuerzas externas y "los pocos separatistas" de la isla.
"No prometemos renunciar al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias", señaló Xi Jinping durante un discurso para conmemorar el cuadragésimo aniversario de la "Carta a los compatriotas de Taiwán", que anunció un giro hacia la solución pacífica del conflicto bajo el principio de "un país, dos sistemas".
"Los chinos no combaten con los chinos", aseguró el líder del país asiático en declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias Xinhua, al tiempo de precisar que la fuerza sería un recurso contra "la interferencia de fuerzas externas y el pequeño número de separatistas de Taiwán y sus actividades".
Xi Jinping también aludió en numerosas ocasiones a la obtención de esta reunificación de manera pacífica, lo que en su opinión sería "en el mejor de los intereses de los compatriotas a ambos lados del Estrecho (de Taiwán) así como de la nación china".
Del mismo modo indicó que el país que preside está "dispuesto a crear un amplio espacio para la reunificación pacífica, pero no dejará lugar a ninguna forma de actividad separatista". "China debe ser y será reunificada", apostilló el líder chino, para quien se trata de "una conclusión histórica sacada durante los 70 años de relaciones a través del Estrecho, y una obligación para el gran rejuvenecimiento de la nación china en la nueva era".