Kylian Mbappé, asunto deportivo, de marketing en el planeta fútbol, pero también de implicaciones geopolíticas.
Es una partida de ajedrez con un nudo gordiano. El emir de Catar no quiere enemistarse con el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez. Considera además que sería un error convertir al PSG en una jaula de oro de la que cuando uno entra ya no puede salir y escapar.
La relación entre el emir de Catar y Nasser Al-Khelaïfi es de amistad estrecha surgida en la juventud. El actual presidente del PSG, hijo de un pescador de perlas, ayudó en su momento al emir a mejorar su tenis. Nació entonces una amistad que ha culminado con el pleno apoyo del emir de Catar a Nasser Al-Khelaïfi.
Indudablemente el golpe de lograr la llegada de Lionel Messi como jugador libre al PSG ha sido genial y recibida como un gran triunfo en Catar antes del Mundial de 2022. Pero este éxito se podría empañar si no se resuelve con tacto el asunto Mbappé. TIC TAC se ha convertido además en una cuestión mundial en las redes sociales.
El jugador no ha querido renovar. Pero a la vez pide una salida digna del club para fichar por el Real Madrid, su sueño personal. La operación TIC TAC podría llegar el lunes o frustrarse. Podría quedar aplazada hasta el 1 de enero de 2022 o definitamente ser anulada.
Todo está en manos de Nasser Al-Khelaïfi. Si retiene al jugador contra su voluntad, podría dañar la imagen del PSG y también la del emirato en un momento en que Catar quiere estar en la avanzada del diálogo, la mediación y la solidaridad no sólo en Oriente Medio sino también en Asia Central.