La Primera Guerra Mundial fue un espantoso baño de sangre que segó millones de proyectos de vida. Estalló entonces una salvaje carnicería en el corazón de Europa. El drama se extendió en la Segunda Guerra Mundial, la globalización del dolor.

De forma puntual Ana María Preckler (**), que es una autora de enorme sensibilidad por su conocimiento profundo del arte, ha trazado momentos de angustia en los grandes conflictos del siglo XX que conmovieron al mundo. No ha querido encadenar una saga, como la de Herman Wouk. Su visión es muy personal. Nunca cierra la ventana de la arquitectura y del arte, que permanecen como su habitat natural. Siempre escucha a los personajes, envueltos en circunstancias que les arrastran y les colocan en situación límite.

En las novelas de Ana María Preckler siempre hay un factor sorpresa como en esta última obra de la escritora, El grito de la estepa (*), que merece leerse para tener ángulos diferentes sobre los salvajes episodios que marcaron San Petersburgo (Petrogrado y Leningrado) en los momentos de quiebra moral y destrucción. Ninguna ciudad de Europa vivió en los grandes confictos bélicos escenas tan brutales de canibalismo, locura y brutalidad; violencia hasta extremos nunca conocidos.

A través de Boris Gregorivich Rybin, Ana María nos introduce en la estética de una metrópoli que cambia su rostro en la primavera y el invierno, y que fue concebida por Pedro el Grande, a comienzos del siglo XVIII, como una ciudad exquisita, de detalles y grandiosidad. Trazada sobre plano, y meditada en toda su construcción.

En un relato ágil, y a la vez profundo, Boris emigra para vivir la pasión del gran momento de los maestros de París. Huído de Francia al estallar la II Guerra Mundial, conocerá en el regreso a su ciudad natal a personas sin alma. Una burocracia de odio le llevará a Siberia. Su vida conocerá desenlaces nunca imaginados con un final sorprendente.

Ana María Preckler, que ha sido discípula de Julián Marías y Pedro Laín Entralgo, maneja en sus novelas, y lo hace de manera brillante en El grito de la estepa (Huerga & Fierro Editores), la visión histórica, el ángulo político, y los dilemas de libertad de sus personajes. En sus novelas no ha querido levantar un alegato moral pero golpea al lector con las vivencias de sus personajes, estremecedoras especialmente en esta última entrega. 

La Rusia profunda, antes y después de la revolución de 1917, es una gran desconocida. El mérito de Ana María Preckler es dejar al costado los clichés. Presentar, a través de los pinceles, el dibujo y la pintura, una realidad de desasosiego, pero abierta a la esperanza. Una novela que atrapa y enseña. De nuevo, el mayor mérito de la autora.
 

(*) El grito de la estepa completa la tetralogía sobre los dos grandes confllictos del siglo XX de la misma autora. Son de lectura independiente.

Ana María Preckler
EL GRITO DE LA ESTEPA
Huerga & Fierro Editores
Colección: Narrativa
194 págs. 310 grs. 15 x 23 cm.
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 15 €  

(**) Ana María Preckler, nacida en Santa Cruz de Tenerife, ha escrito y publicado Historia del Arte Universal de los siglos XIX y XX. Las novelas históricas Los resquicios del bosque. Una historia europea 1900-1950, El muro de cristal. Una historia europea 1950-2000 y En las aguas del viejo Manhattan. Y las novelas de ficción La pupila del tiempo y La luz de los días antiguos, y el ensayo El arte de envejecer. Todos ellos publicados en la editorial Huerga & Fierro.

Ha publicado los libros de poesías Esbozos y pensamientos, Poemas del caminar, Poemas infantilesy Cantos de isla y océano. Escribe en la revista Cuenta y Razón durante diez años y colabora con el diario digital Hechos de Hoy, en la sección de Arte.