Ha llegado el gran día para Garbiñe Muguruza, que aspira este viernes (14:00 hora española) a romper otro techo de su carrera en Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada donde buscará la final ante la polaca Agnieszka Radwanska, un logro que reviviría la época dorada representada por Arantxa Sánchez-Vicario y Conchita Martínez en los años noventa. Para su entrenador, Alejandro Mancisidor, "Garbiñe nunca ha jugado mal un partido grande". Preguntado sobre si cree que puede ganar, Mancisidor respondió que la jugadora "piensa que puede ganar y es bueno porque eso demuestra que tienes fe".
A sus 21 años, Muguruza afrontará en el primer turno de la Pista Central el partido más importante de su corta carrera, una semifinal de Wimbledon a la que ha accedido tras eliminar sucesivamente a Varvara Lepchenko (6-4, 6-1), Mirjana Lucic-Baroni (6-3, 4-6, 6-2), Angelique Kerber (7-6, 1-6, 6-2), Caroline Wozniacki (6-4, 6-4) y Timea Bacsinszky (7-5, 6-3).
En el horizonte, la oriunda de Caracas tiene a mano un logro que el tenis femenino español no logra desde hace tres lustros: alcanzar una final de Grand Slam. En el año 2000, la actual capitana de Copa Davis y Copa Federación, Conchita Martínez, sucumbió ante Mary Pierce sobre la tierra de Roland Garros (6-2, 7-5).
La rival de Muguruza en la Central de All England Tennis Club será Agnieszka Radwanska, subcampeona del torneo londinense en 2012, año en el que alcanzó el número dos mundial. Actualmente, la polaca ocupa el puesto 13 del ranking WTA y, pese a las dificultades que planteará, se antoja una rival menos dura que Serena Williams y Maria Sharapova, aspirantes al otro billete para la final.
En sus cuatro duelos anteriores en el circuito WTA, ninguno de ellos disputado sobre hierba, Radwanska se impuso en los dos primeros (Miami 2012 y Abierto de Australia 2014), pero Muguruza ha igualado el balance este año, cuando ha sumado sendos triunfos en Sidney y Dubai. Si logra alargar la racha este viernes, la número 20 del mundo abrirá las puertas de su primera gran final.