A los ocho días desde que tuviera lugar el atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo, Francisco habló sin tapujos y con claridad total en su viaje de Sri Lanka a Filipinas. Condenó el ataque a la vez que subrayó que si bien la libertad de expresión es un "derecho humano fundamental", tiene un límite, que es el de no ofender.
Lo subrayó en su conferencia de prensa en el vuelo que lo llevaba a Manila. "No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede", fueron sus palabras ante la pregunta que se le hizo.
Francisco, quien condenó el atentado dos veces la semana pasada, reiteró que "matar en nombre de Dios es una aberración", al mismo tiempo que aseguró que "es verdad que no se puede reaccionar violentamente", pero consideró "normal" que haya una respuesta ante ciertas provocaciones, algo que explicó a través de un ejemplo concreto.
"Si el doctor Gasbarri (experto en la organización de los viajes del Papa) dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo… ¡Es normal!", comentó elFrancisco. "Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión".
Francisco consideró una "aberración" matar en nombre de Dios. "No se puede ofender, o hacer la guerra, o asesinar en nombre de la propia religión o en nombre de Dios", afirmó y aseguró que “también nosotros hemos sido pecadores, pero no se puede asesinar en nombre de Dios".
Al aludir al ataque contra el semanario, Francisco sorprendió al recordar unas palabras pronunciadas por Benedicto XVI , en el famoso discurso de Ratisbona de septiembre de 2006, cuando aseguró que "mentalidad post-positivista que lleva a creer que las religiones o las expresiones religiosas son una suerte de subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte de la cultura ilustrada".
"Lo que pasa ahora nos asombra, pero pensemos en nuestra historia: ¿cuántas guerras de religión tuvimos?", se preguntó, al evocar, como ejemplo, la Noche de San Bartolomé, el asesinato en masa de hugonotes (protestantes franceses) por parte de católicos, durante la guerra de religión de Francia del siglo XVI.
Francisco aseguró también que detrás de todo atentado suicida "hay un desequilibrio humano" y que quienes los cometen carecen de "un verdadero equilibrio sobre el sentido de su vida y la de los demás". "Ofrecen su vida, pero no por el bien", agregó al mismo tiempo que se opuso a las acciones de los terroristas suicidas a las de los misioneros, que "dan la vida, pero para construir". Sobre ¿"Je suis Charlie"? -el lema mundial de la reacción que destacó Hechos de Hoy– Francisco respondió, y sorprendió, asegurando que él no lo es.