Francisco, que es jesuita de largo recorrido, sabe bien que no gusta su franqueza. Es decir, tiene la convicción de que disgusta en la Curia y los sectores más conservadores dentro de la Igesia. Y que, por diferencia, agrada a agnósticos, católicos no practicantes, y miembros de otras iglesias cristianas. Sobre esto ha hecho sus particulares reflexiones a la canciller Angela Merkel, con quien mantiene hilo directo, algo que sorprende en la propia Ciudad del Vaticano.
Pero todo en esta vida puede tener su límite. Y Francisco comprendió que hirió sensibilidades al hablar con franqueza sobre México. Para Enrique Peña Nieto fue como un gran pisotón. Por eso recibió en larga entrevista a Televisa y su estrella en Roma, Valentina Alazraki.
De entrada, se rebajó, e hizo lo propio con sus compatriotas al explicar como se suicidan los argentinos, aplicando la máxima de que el humor es la mejor llave para abrir fronteras.
Francisco quiso expresar así a Valentina Alazraki que cuando habló de "mexicanización" de la Argentina no estaba hablando mal de ese país, sino que describió "de manera técnica" el fenómeno de crecimiento del narcotráfico.
Textualmente, el Papa dijo lo siguiente:
– Papa Francisco: "Los argentinos cuando vieron un Papa argentino se olvidaron de todos los que estaban a favor o en contra del Papa argentino. Y los argentinos que no somos humildes, y que somos muy engreídos ¿Usted sabe cómo se suicida un argentino?"
– Valentina Alazraki: No.
– Papa Francisco: "¿No? ¡Se sube arriba de su ego y de ahí se tira abajo!"
En esta entrevista explicó que tiene la "sensación" de que su pontificado "va a ser breve", y habló de un período de "cuatro o cinco años". Si bien Francisco, de 78 años, descartó renunciar, elogió la decisión de su antecesor, Benedicto XVI, que permitió "abrir una puerta". O sea, calmó a la opinión pública de que no encontrarán con un escenario de tres Papas, uno en activo y dos eméritos cobrando su buena pensión.
Descartó también la idea de poner un límite de edad al pontificado al argumentar que "el papado tiene algo de última instancia", "una gracia especial". Confesó que no se siente "solo" y sin apoyos para gobernar la Iglesia. Pero habló de periodo breve (es una sensación según señalaron medios vaticanistas a Hechos de Hoy que intriga en Ciudad del Vaticano; un sentimiento que se acentuó tras el regreso del Papa de Filipinas).
"Yo tengo la sensación de que mi pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno, dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga. Le digo, capaz que no. Por ahí es como la psicología del que juega y entonces cree que va a perder para no desilusionarse después. Tengo la sensación de que el Señor me pone para una cosa breve, no más", dijo Francisco a Valentina.
Preguntado sobre si le gusta ser Papa, Francisco responde con resignación: "¡No me disgusta!". "Una vez dada la cosa después se hace", agregó con tono coloquial, directo y franco, fiel a su estilo. También reconoció que no ama viajar, que es muy apegado a sus hábitos y volvió a criticar con tono duro a la Curia. "Ésta es la última corte que queda en Europa. Las demás cortes se han democratizado, incluso las más clásicas", señaló, tras advertir y reiterar que se propone "cambiarla".
Quiso zanjar las polémicas surgidas con el gobierno de Enrique Peña Nieto por el correo privado enviado a un amigo en el que pedía que se evitara la "mexicanización" de la Argentina con respecto a la violencia del narcotráfico.
"Evidentemente que es un término, permítaseme la palabra, técnico. No tiene nada que ver ya con la dignidad de México. Como cuando hablamos de la balcanización, ni los serbios, ni los macedonios, ni los croatas se nos enojan. Ya se habla de balcanizar algo y se usa técnicamente, y los medios de comunicación lo han usado muchas veces", explicó Francisco.
Reconoció ó que su comentario "levantó pólvora", pero dijo que, según estadísticas que le enviaron, "el 90% de los mexicanos no se ofendió por la expresión". En la entrevista, prometió hacer una visita a México "como se lo merece". Y habló también, con sinceridad, del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
"Cuando me enteré del “escandalazo” realmente me dolió mucho, me escandalicé. ¿Cómo esta persona pudo llegar hasta esto? Evidentemente que era una persona muy enferma, porque además de todos los abusos, creo que también había dos o tres mujeres de por medio, hijos, con una o con otra, no sé, o sea que había algo ahí, y mucha plata". Francisco, en sus largas reflexiones a Valentina quiso sobrayar la valentía de Benedicto XVI por confesar en público el escándalo de los abusos sexuales.
