El Rey Felipe VI comienza el martes 28 sus consultas políticas. Lo hace de forma inmediata y con el sello de urgencia, pero no con iniciativas atropelladas. No creyó conveniente realizar consultas exprés entre este jueves 21 y viernes 22 en un momento de tórrido calor. Tampoco el lunes 25, festividad de Santiago. Concentro las consultas ntre el martes 26 y el jueves 28.

Quiso dar un marco de reflexión a los partidos políticos ante unas consultas de máxima importancia política. El calendario de estas audiencias es el siguiente (sabiendo que Bildu y Esquerra Republicana de Catalunya no acudirán, por decisión propia, al Palacio de La Zarzuela):

– Martes 26: Los líderes de Nueva Canaria, Foro Asturias (socio electoral de PP), Coalición Canaria, UPN (concurrió con el PP) e Izquierda Unida (coaligado con Podemos).

– Miércoles 27: Los representantes de PNV, En Marea, Convergència (CDC), Compromís y En Comú Podem.

– Miércoles 28: Las audiencias cruciales con Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (Podemos), Pedro Sánchez (Partido Socialista, PSOE) y Mariano Rajoy (Partido Popular, PP).

Con este calendario, Ana Pastor tendrá margen para convocar el pleno de la Cámara el martes 2 de agosto para celebrar el debate de investidura. En este caso, la primera votación a la que se sometería el candidato a presidente del Gobierno se celebraría el miércoles 3 y, la segunda, 48 horas más tarde, el viernes 5.

En estas audiencias hay dificultades estratégicas:

1. Pedro Sánchez insiste en que la salida política sólo pasa por un acuerdo de PP, Ciudadanos, PNV y Convergència.

2. Pedro Sánchez se opone también a la abstención de Ciudadanos.

3. Rechaza, además, la abstención del Partido Socialista.

4. A la vez Pedro Sánchez exige que haya un Gobierno de coalición de Mariano Rajoy y Albert Rivera.

5. El líder socialista ha rechazado cualquier contacto con el PNV.

6. Pedro Sánchez tampoco ha querido ser sensible al deseo de Convergència de un retorno político a la escena de Madrid para escapar del chantaje político de la CUP.

La verdera dificultad para el Rey es la destrucción de Pedro Sánchez de la escena bipartidista. Considera que el nuevo rol del PSOE no es el de actuar como oposición al PP sino frente a Podemos.

No consideró construir una alianza de PSOE, Ciudadanos, Convergència, PNV y Coalición Canaria. Desechó la oportunidad de un pacto en base a la presidencia del Congreso garantizando la abstención, y marcando además el camino a un gobierno en minoría. 

Nada está garantizado por tanto en las nuevas consultas del Rey. Si Pedro Sánchez no rectifica su estrategia, el escenario de bloqueo y crisis puede alcanzar los tintes más preocupantes. Se comprende que las empresas cotizadas en el IBEX 35 y la Comisión Europea estén un puño.
 

– Ver en Hechos de Hoy, Pedro Sánchez, el error de perder la presidencia del Congreso.