1. Inicio
  2. Opinión
  3. Comunidad de blogueros
  4. Enrique Loewe Knappe, el éxito de compartir la búsqueda de la excelencia

PIONERO DE LA MARCA ESPAÑA

Enrique Loewe Knappe, el éxito de compartir la búsqueda de la excelencia

A los 22 años, en 1934, asumió la dirección de la firma de marroquinería fundada por su abuelo. Durante cinco décadas fue CEO de Loewe, símbolo que permanece de una empresa de leyenda.

Hechosdehoy / Juan-Fernando Dorrego Tíktin
Etiquetado en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo

En 1846 Enrique Loewe Roessberg se afincó en Madrid. Sumó su sensibilidad y conocimiento del curtido de la piel con un taller de marroquinería en la calle del Lobo -a partir de 1888 la calle Echegaray- en el centro de Madrid-. Puso su empeño para que este negocio creciera en el trabajo del cuero y el concepto de lo artesano.

En un viaje en verano a Alemania falleció inesperadamente en Kassel, su ciudad natal. Su hijo Enrique Loewe Hinton cuidó la herencia recibida. Nacía con fuerza la firma Loewe. En el año 1905, Loewe recibía el título de Proveedor de la Real Casa. En 1922, la firma abrió su tienda de la calle Barquillo de Madrid. Son los recuerdos que tenía Carlota Loewe cuando ella y sus hermanos, Enrique y Germán, observaban como su padre atendía personalmente a la reina Victoria Eugenia cuando acudía a la tienda a realizar sus compras.

Enrique Loewe Knappe tuvo una infancia y juventud exigente. Su padre quiso que compaginara estudios y trabajo. Conoció los secretos de la guarnicionería (el arte de trabajar el cuero) en los talleres de la localidad de Offenbach en Alemania -lo que es Ubrique en España, la capital de la marroquinería-.

Su formación siguió en Viena, París y Londres desde los detalles de un trabajo de artesanos a la administración de empresas y la atención a los clientes. Tenía otras inquietudes pero la muerte repentina de su padre le llevó a asumir responsabilidades y decisiones desde muy joven, en años de turbulencia en España y en Europa.

Desde los años cuarenta a los setenta (1948 a 1978) el espíritu creativo de Enrique Loewe Knappe brilló. Integró en la gestión a su hermano Germán y más adelante a algunos de sus hijos. Atendió la demanda de los mercados de Europa, una misión que dejó en manos del marido de su hermana CarlotaHeinrich Knüppel.

Tuvo desde el primer momento la sensibilidad de que la firma Loewe no sólo fuera un negocio de referencia de Madrid. Expandió la compañía con tiendas en las ciudades más importantes de España con el sello de la distinción de lo bello, lo culto y lo elegante, creando escaparates que quedaron como iconos y conceptos novedosos de arquitectura y diseño.

Sumó al desarrollo y expansión de Loewe a los arquitectos Francisco Ferrer Bartolomé (la tienda de la Gran Vía de Madrid) y Javier Carvajal (todas las tiendas que posteriormente se abrieron en España). Incorporó después al diseñador español José Pérez Rozas y al pintor Vicente Vela. Desde el primer momento Loewe fue la suma de talentos y la proyección internacional -el sello de made in Spain– de la marca España

Fue un avanzado en una vida de trabajo intenso y bien hecho. Su trayectoria se reconoció con la Medalla de Oro al Trabajo otorgado por el Consejo de Ministros. Recibió con modestia y a la vez orgullo el reconocimiento a lo que siempre consideró como una empresa que era la suma de responsabilidad, trabajo bien hecho e innovación constante.

Quiso que Loewe estuviera en la mítica Old Bond Street de Londres y tuvo la intuición de que Japón sería un mercado capital como así sucedió abriendo la firma de forma innovadora a los mercados de Asia, que son hoy decisivos. Ejemplo de CEO hands on, cuidó junto a la exigencia el elogio, y llevó siempre con discreción sus acciones de filantropía.

Desde 1996, la firma Loewe es propiedad del mayor grupo de lujo del mundo, Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH). Permanece intacto el espíritu fundacional. Su hijo Enrique Loewe Lynch llevó este prestigio a la Fundación LoeweMedalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Hoy su hija, Sheila Loewe Boente -quinta generación de la saga familiar- la preside.

Con 100 años Enrique Loewe Knappe dio por bien cerrada una vida apasionante, un torbellino en  los que acertó, se equivocó, rectificó y siempre escuchó con atención a todos sus colaboradores. Al cumplir un siglo abrió su reflexión más personal. Recibió el regalo de su hijo de un Master de Filosofía personalizado que siguió en su propia casa.

¿La búsqueda del lujo es la de crear experiencias memorables que tienen respuestas muy personales?¿ Es también la búsqueda de la verdad? Eran las inquietudes de un empresario icono, un ejemplo de gestión para las escuelas de negocio.

Los últimos años de su vida los vivió rodeado por el cariño próximo de una amplísima familia. Fue siempre su verdadero tesoro.


Enrique Loewe Knappe falleció el miércoles 3 de marzo. Su entierro, en el Cementenio Británico de Madrid, se celebró en la intimidad (ver en Hechos de Hoy, Enrique Loewe Knappe, muere el empresario de culto a los 103 años).

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fill out this field
Fill out this field
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
You need to agree with the terms to proceed

twitter facebook smarthphone
Menú