Fue realmente histórico el discurso con el que Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pese a que su mandato caducó en 2018, inauguró el año judicial.
Ante el Rey Felipe VI, sentenció la crisis del modelo de elección. E instó en llamamiento de la máxima importancia al presidente del Gobierno y al líder de la oposición a renovar el Consejo.
Pero Lesmes puso el dedo en la llaga en los hechos de hoy al subrayar la necesidad de aprovechar esta crisis sistémica para abordar la despolitización de la Justicia.
“La reforma es ineludible y deberá abordarse con la mayor urgencia”, subrayó al igual que lo ha hecho la Comisión Europea.
En intervención valiente ( y realmente memorable) acusó al Gobierno de PSOE y Podemos de provocar el mayor “estropicio” de nuestra historia democrática en el tercer poder del Estado (el Poder Legislativo) con la contrarreforma que impide al Consejo efectuar nombramientos.
Sánchez busca una mayoría progresista que valide las leyes y decretos al servicio de la moción de censura con el separatismo catalán. A ello se refirió expresamente Lesmes en su discurso. La intervención fue un respaldo moral a los argumentos de los vocales reacios a contribuir a renovar el Tribunal Constitucional y un freno a los intentos de La Moncloa de aplicar el rodillo.
Es indudable que la calidad de una democracia avanzada pivota sobre la separación de los poderes del Estado.