Es obvio que en América Latina, en regímenes presidencialistas, el jefe del Estado es el presidente de la República y el jefe de gabinete actúa como primer ministro.
En Perú, en la actualidad, el Presidente de la República es Pedro Castillo. Pero en el modelo político peruano se destaca la importancia del rol del presidente del Consejo de Ministros, en la actualidad, Aníbal Torres.
Lo sucedido en la Casa de Nariño -sede histórica de la Presidencia de Colombia-, ¿fue un penoso error o un acto deliberado de venganza contra el Rey de España y la Corona por parte del círculo privado del presidente?
“Bienvenido el presidente del Gobierno de la República de España”, fue la bienvenida a Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno se rió abiertamente como si le resultara gracioso (o premonitorio para sus socios comunistas, anticapitalistas y antisistema que han impuesto y logrado el destierro de España de Juan Carlos I).
El error se produce días después de las críticas vertidas en Colombia y desde la extrema izquierda en España contra el Rey Felipe VI por no permanecer de pie todo el acto ante la espada de Simón Bolívar.
A destacar que la forma en la que la presentadora del acto ha saludado al presidente del Gobierno provocó murmullos y risas por parte de la amplia delegación gubernamental que acompaña a Sánchez en su actual gira en América Latina, alrededor de unas 25 personas.
En el marco de esta penosa equivocación, hay que recordar la frialdad en la relación de Sánchez con el Rey. Y el rechazo a aumentar sus viajes de Estado al extranjero que son esenciales para la proyección, imagen, reputación y puesta en valor de la marca de España.
Si penoso resultó lo sucedido en Casa de Nariño, fue lamentable comprobar de nuevo la frivolidad de Sánchez y su falta de decoro en el momento en que exhibe el mayor autoritarismo de su mandato llenando continuamente de desprecios e insultos al jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.