“No estoy bien. No sé si esto sirve de algo pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano”, reza el alarmante mensaje colgado por Alejandro Sanz en sus redes sociales en la noche del viernes al sábado, 27 de mayo.
Y continúa: “Estoy trabajando para que se me pase… llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá que hacer. Pero a veces no quiero ni estar. Literalmente. Sólo por ser sincero. Por no entrar al ruido inútil”. “Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual”, finaliza el cantante.
El mensaje ha calado muy hondo entre sus millones de seguidores de todo el mundo, quienes le han mostrado de inmediato su apoyo, comprensión y, en algunos casos, admitido que ellos también se han sentido alguna vez así.
Alejandro Sanz se ha desnudado, ha dejado a un lado al artista de éxito. Y se ha mostrado como ser humano, sobrepasado por el estrés, las exigencias a sí mismo para que todo le salga siempre perfecto, al 1.000 x 100, como comentó hace dos meses en una de sus visitas a El Hormiguero.
El autor de Corazón partido reconoce públicamente sus problemas de salud mental que comporte con miles y miles de fans. Visibiliza lo que es la depresión, también para los que parece que lo tienen todo. “Cómo te entiendo querido. Siempre hay nubes. Pasan, a menudo muy lentamente, pero lo hacen. Son temporales”, le dice el pianista James Rhodes, que ha reconocido también públicamente sus baches.
En general, la reacción una vez superada la sorpresa tras leer el texto, es el reconocimiento por la valentía de su confesión, y los ánimos que todos le transmiten con sus mensajes en las redes.
El cantante regresó recientemente de una agotadora gira por América y el 3 de junio arranca una durísima vuelta por todos los escenarios de España, comenzando en Pamplona.