El Rey Felipe VI quiso asistir con sobriedad y respeto, acompañado sólo por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, a los actos del centenario del momento en que comenzó la Primera Guerra Mundial, con la invasión de Bélgica, y las primeras batallas que causaron espanto. Lieja fue el escenario de las primeras batallas de la guerra que enfrentó entre 1914 y 1918 a los países de la Triple Entente (Francia, Reino Unido y Rusia) y las potencias centrales de Alemania y el Imperio austrohúngaro y que dejó diez millones de muertos.
En la intervención de líderes, François Hollande fue el más incisivo porque no quiso sólo mirar el pasado, sino afrontar los desafíos de hoy sacando lecciones de la Historia -las guerras en Ucrania, Siria, Irak, y la Franja de Gaza, la tragedia del escándalo-. "Nosotros no podemos ser simples guardianes de la paz, recordar el pasado, también debemos asumir nuestras responsabilidades", proclamó el presidente de Francia subrayando la grave situación en Ucrania, "donde un avión civil fue derribado" y "las masacres de poblaciones civiles" en Siria e Irak, y la tragedia de la Franja de Gaza.
Hollande rindió tributo al heroísmo de los miles de soldados muertos en “el primer campo de batalla” que fue Bélgica, así como a la población civil por el “precio pesado” que pagó. Destacó el modelo de cooperación y progreso que supuso la construcción de la Unión Europea pero advirtió que "Europa ya no es percibida así" advirtiendo del riesgo de la vuelta de los egoísmos nacionales, de separatismos y los xenófobos.
Subrayó además que Europa no puede mantener su "neutralidad" en los conflictos actuales en Ucrania, Irak o la Franja de Gaza. "Hay una obligación de actuar y Europa debe asumir la responsabilidad con Naciones Unidas. Es el mensaje que hay que retener", destacó.
"Sin el respeto al otro y sin la tolerancia, no hay paz posible", afirmó a su vez en el acto el primer ministro de Bélgica, Elio di Rupo, al rendir homenaje a las víctimas civiles, "masacradas en ese funesto mes de agosto de 1914 por el invasor". En Nueva York, el MoMa (Museum of Modern Art, se sumó a estos actos con la gran exposición de la huella que dejó la Primera Guerra Mundial en el cine -exposición desde el 5 de agosto hasta el 21 de septiembre-.
El rey Felipe VI fue recibido antes del acto principal de los actos de conmemoración en la Abadía de San Lorenzo por los Reyes de Bélgica. España ayudó a aliviar el hambre de la población durante la invasión de Bélgica y fue muy activa en su mediación -como país neutral- a través del diplomático Rodrigo de Saavedra y Vinent, segundo marqués de Villalobar. El acto de Lieja supuso un mensaje de unidad y una nueva llamada de atención a Rusia por la crisis encendida en Ucrania.
La guerra que marcó el siglo XX
