El balance de fallecidos por el bombardeo perpetrado a última hora del domingo por Israel contra la Franja de Gaza dejó un total de ocho fallecidos, entre los que se encuentran seis miembros del brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), las Brigadas Ezzeldin al Qassam.

Dichas brigadas confirmaron el balance de muertos al mismo tiempo que aseguraron haber recuperado los cuerpos de dos de los fallecidos, que pertenecen a Ibrahim al Balawi y Abdul Rahman Zamili. Por su parte, Israel reconoció los bombardeos y confirmó que fueron “la respuesta a los ataques con cohetes (desde la Franja) contra el sur de Israel”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, trató de tranquilizar a sus ciudadanos asegurando que el Gobierno está haciendo todo lo posible por restaurar la calma en el sur, donde en los últimos días han caído decenas de cohetes disparados desde la Franja de Gaza aunque defendió la necesidad de “actuar con la cabeza fría”.

"Estamos trabajando en varios frentes de manera simultánea. Esta noche hemos actuado contra muchos objetivos de Hamás en Gaza y el objetivo de todas nuestras acciones es restaurar la paz y la seguridad para todos los ciudadanos israelíes, especialmente en el sur”, comentó.

Asimismo, descartó por el momento lanzar un asalto a gran escala contra Gaza. “La experiencia ha demostrado que en momentos como este tenemos que actuar de forma responsable y con la cabeza fría y no con palabras duras e impetuosidad”, defendió aunque dejó claro que “haremos todo lo que esté en nuestro poder para restaurar la paz y la seguridad en el sur”.

El primer ministro de Israel hizo referencia a la tensión que se vive en Jerusalén, de la que ya informó Hechos de Hoy, donde también en los últimos días se vivieron disturbios con palestinos y árabe-israelíes a raíz del asesinato de un adolescente palestino, en venganza por el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en Cisjordania.

Tanto Netanyahu como algunos de los miembros de su Gobierno acusaron en más de una ocasión a Hamás de estar detrás de los sucesos, aunque por el momento no hay pruebas que respalden las acusaciones. Por su parte, Hamás negó en rotundo tener relación con los secuestros, cuya autoría fue reclamada por el brazo armado del Movimiento Al Fatá, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.