En los hechos de hoy, viernes 22, el escándalo del Aldamazo se desborda.
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El escándalo de la condecoración a Aldama
Una información conocida este sábado 22 pulverizó el relato lanzado por La Moncloa en un clima de nervios y crisis profunda como apuntaron analistas a Hechos de Hoy.
El Ministerio del Interior y la Dirección General de la Guardia Civil concedieron al comisionista Víctor de Aldama una de las condecoraciones más importantes que se puede conceder a un civil que no forma parte de la institución. Se trata de la Medalla al Mérito de la Guardia Civil con distintito blanco. Un reconocimiento que tuvo lugar en el año 2022.
Así quedó reflejado en el Boletín Oficial de la Guardia Civil (BOGC) del 27 de septiembre de ese año. La resolución que establece esa consideración al comisionista está firmada cuatro días antes –el 23 de septiembre de 2022– por el máximo responsable de la seguridad en nuestro país y ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUCG), la asociación profesional más veterana con representación en el Consejo del Instituto Armado, ha exigido la retirada inmediata de esa concesión porque considera “inaceptable que se otorguen condecoraciones a personas cuya trayectoria pueda contradecir los principios de ética, honradez y compromiso que rigen nuestra institución”.
“No solo ensucia el prestigio de la Guardia Civil, sino que también hiere profundamente a los agentes que dedican toda una vida de servicio sin recibir el reconocimiento que merecen. Hemos solicitado formalmente al Ministro del Interior que proceda a la anulación de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, categoría con distintivo blanco, concedida a Víctor Gonzalo de Aldama Delgado”.
Se cierra el círculo de La Trama
– Koldo García, el conseguidor, el chico para todo del exministro. Vasco, afincado en Navarra, pasó de guarda de seguridad, condenado por agresión a asesor del Ministerio de Transportes.
– Víctor de Aldama, el nexo corruptor, comisionista, empresario y presidente del Zamora Club de Fútbol.
– Juan Carlos Cueto, el empresario. Por sus contactos, Aldama estaba en una posición de privilegio cuando las millonarias licitaciones públicas estaban a punto de salir al mercado. Pero no tenía el dinero ni el engranaje logístico necesario. Así que recurrió a Juan Carlos Cueto, un polémico empresario que ya había estado implicado en casos de corrupción. Sin embargo, el Grupo Cueto tenía a su disposición los fondos, contactos y las sociedades necesarias para ejecutar el plan.
– Rubén Villalba, el comandante, el miembro de la Guardia Civil al que Aldama sobornó para que le facilitara teléfonos con líneas de comunicación seguras a cambio de 2.000 euros al mes. Aldama logra infiltrar a la organización criminal dentro de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado valiéndose de la colaboración de Rubén Villalba, un comandante de la Guardia Civil destinado en Venezuela, que facilitaba líneas de comunicación seguras y teléfonos móviles sin control oficial.
– Francina Armengol, presidenta del Congreso y Ángel Victor Torres, ministro de Política Territorial. Figuras socialistas salpicadas por comprar mascarillas a la sociedad investigada durante sus etapas como presidentes de Islas Baleares y de Canarias.
