El ex candidato presidencial y líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, se mostró “sumamente preocupado” por la actitud del presidente Nicolás Maduro, tras la amplia victoria de la Mesa de Unidad Popular (MUD) en las elecciones legislativas del domingo. "Si el Gobierno no cambia, habrá que cambiar al Gobierno", dijo Capriles, quien apuesta por el diálogo, pese a lo difícil de la situación. Casi dos millones de personas pasaron de votar al oficialista PSUV a optar por la MUD, lo que le da a la oposición un mandato contundente que le permite impulsar cambios importantes, pero al frente tiene a un Gobierno que no piensa ceder ni un ápice.

Nicolás Maduro admitió en unas declaraciones a las puertas del palacio presidencial de Miraflores, que su Gobierno cometió errores de burocracia con una "corrupción que envolvió las políticas revolucionarias" lo que, según dijo, influyó en la derrota electoral. Sin embargo insistió en que el principal enemigo es "la derecha fascista".

"O en Venezuela salimos de este atascadero en el que esta guerra económica nos metió, que nuestros propios errores nos metieron, la burocracia, la corrupción que envolvió las políticas revolucionarias o Venezuela va a entrar en un gran conflicto", dijo Maduro después de que se conocieran los resultados definitivos que dieron ganadora a la oposición MUD con 112 diputados sobre 55 del chavismo.

El jefe de Estado pidió a sus seguidores "ubicar al enemigo principal", que "es la derecha fascista contrarrevolucionaria que ha obtenido un éxito electoral" y a sus "aliados" que se esconden "en distintos cargos".

Maduro pidió la renuncia de sus ministros tras la derrota electoral que encajó el domingo, cuando la oposición ganó dos tercios del Parlamento, y "con ello lo que hace es eludir su responsabilidad en un país que va ´barranco abajo´", declaró por su parte Henry Ramos Allup. "Si Maduro fuera consciente, si renunciara, tendríamos elecciones en treinta días", afirmó el dirigente de uno de los principales partidos opositores. Allup considera "difícil" que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro llegue a su fin "natural" en 2019.

Mientras, el presidente reitera su llamamiento a que se fortalezca la llamada "revolución bolivariana". "Eso es lo que yo quiero, estoy dispuesto a encabezar una revolución radical, socialista, popular", dijo tras insistir en que hay que luchar contra los "fascistas" que ganaron la mayoría legislativa.

El próximo 5 de enero toma posesión la nueva Asamblea Nacional y Maduro ya acusa a los nuevos diputados opositores de querer derogar las leyes "del poder popular".