Debate en toda su intensidad en Estados Unidos sobre el cáncer, la muerte y el suicidio asistido.

Brittany Maynard, la joven de 29 años que sufría cáncer terminal y había anunciado su suicidio asistido en un vídeo en Internet, murió en su casa de Portland. Lo anunció la organización que la ha ayudado, Compassion & Choices (Compasión y Elección). "Ha muerto en paz en su cama, rodeada de su familia cercana y sus seres queridos", explicó en Facebook.

 "Adiós a todos mis queridos amigos y a la familia que amo. Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad ante mi enfermedad terminal, este cáncer cerebral terrible que me ha quitado tanto, pero que me habría quitado mucho más", escribió Brittany Maynard en Facebook.

Brittany Maynard y su marido se mudaron desde California a Oregón este año por la Ley de Muerte Digna que permite a los residentes de este estado terminar con sus vidas con ayuda médica. Este caso ha reabierto con fuerza en Estados Unidos el debate sobre la práctica del suicidio asistido (diferente a la eutanasia). Además de Oregón, otros cuatro estados (Montana, Nuevo México, Washington y Vermont) permiten la llamada muerte digna.

Brittany Maynard creó el Fondo Brittany Maynard difundiendo en Internet un vídeo con el objetivo de promover el "derecho a una muerte digna" en todo el país. "Cuando la gente me critica porque no espero más tiempo o porque no sigo lo que ellos han decidido que es mejor para mí, me duele. Porque yo me arriesgo cada día, cada día por la mañana al levantarme", explicó.

Todo comenzó en el mes de enero, un año después de casarse. Brittany Maynard acudió al médico por los fuertes dolores de cabeza que sentía. Le fue diagnosticado un grave tumor cerebral. El cáncer avanzó rápidamente y los especialistas diagnosticaron que sólo le quedaban unos meses de vida, al tiempo que le explicaron el desarrollo previsto de la enfermedad, que le causaría un gran y prolongado dolor antes de terminar con su vida. Ante esta situación, decidió trasladarse junto a su familia a Oregón.

Fue allí donde se quitó la vida después de cumplir sus últimos deseos, entre ellos visitar el Gran Cañón. Sólo le quedaban seis meses de vida. Tomó una dosis letal de fármacos prescrita por un médico como prometió en un vídeo hace unas semanas. "Pienso celebrar el cumpleaños de mi esposo el 26 de octubre, con él y nuestra familia. A menos que mi condición mejore drásticamente, moriré poco después". Se marcó la fecha del 1 de noviembre como prometió a través de la CNN.

Sus posts en Internet convirtieron a Brittany Maynard en viral en las redes sociales. Fue explicándolo todo como que decidió afincarse en Oregón, al norte de California. Brittany Maynard consideró morir bajo cuidados paliativos en su casa de San Francisco. Lo descartó al evaluar que sufriría pérdidas cognitivas y causaría un daño tremendo a sus seres queridos.

"He tenido el medicamento durante semanas. No soy suicida. Si lo fuera, ya me lo habría tomado. No quiero morir. Pero estoy muriendo y quiero morir en mis propios términos". escribió en unos de sus posts.

Su marcha hacia la muerte ha impactado en Estados Unidos como fue informando Hechos de Hoy. Mostró sobre todo el cambio social de perspectiva en una generación.

El Centro Nacional sobre el Derecho a una Muerte Digna recordó que la eutanasia es ilegal en Estados Unidos y no guarda relación con "las cuidadosamente escritas y mesuradas leyes de morir con dignidad". Insistieron en remarcar la diferencia entre el concepto de eutanasia, cuando alguien precipita la muerte de otra persona para acabar con el sufrimiento, y el concepto de la muerte digna, en la que el enfermo se suministra los fármacos letales bajo prescripción médica. Murió Brittany Maynard y el debate permanece con toda su dimensión polémica, trágica y trascendente en Estados Unidos.