Crisis política en Londres tras el fin del Jubileo de Platino de la reina Isabel II. Cuatro días han paralizado el Reino Unido en homenaje al largo reinado de Isabel II, la última figura de lo que ha sido el imperio británico.
Llegó ahora el lunes 6 con desenlace final para el Partygate, el escándalo de las fiestas que Boris Johnson y su equipo celebraron en Downing Street durante el confinamiento. Su revelación provocó la indignación de los británicos.
El grupo parlamentario conservador somete finamente este lunes a a su primer ministro a una moción de censura interna, a partir de las seis de la tardeen Londres (siete de la tarde, horario peninsular español). El número de 54 cartas de retirada de confianza se alcanzó.
Al menos un 15% de los diputados tories (conservadores) ha enviado a Graham Brady, el presidente del Comité 1922, un texto con su deseo de que Boris Johnson sea reemplazado en el el cargo.
El comité reúne a los llamados backbenchers (los diputados de los escaños traseros), la mayoría de quienes no ocupan un puesto en el Gobierno, y tienen más lealtad hacia sus electores y hacia su propio futuro político que al primer ministro..
Un debate crucial
Rishi Sunak, quien durante varios meses apareció como posible sucesor de Johnson, dijo en Twitter que "el primer ministro ha demostrado el fuerte liderazgo que necesita nuestro país".
El viceprimer ministro Dominic Raab destacó que Johnson "ha hecho bien las grandes llamadas". Por su parte Michael Gove, el ministro a cargo de la agenda comunitaria de Johnson Levelling Up, dijo que el partido necesita superar este momento y unirse detrás de Boris.
La posición de Keir Starmer
Keir Starmer, el líder del opositor Partido Laborista, instó a los parlamentarios conservadores a destituir a Boris Johnson durante el voto de confianza.
"Creo que tienen que mostrar algo de liderazgo y votar en contra del primer ministro", dijo Starmer en la radio LBC. "Ha perdido la confianza del país, creo que eso está bastante claro en toda la evidencia que he visto".
Starmer agregó que algunos en su partido preferirían mantener a Johnson en su lugar, dado lo dañado que está el primer ministro a los ojos del público.
Pero eliminarlo sería de "interés nacional", apuntó Starmer.
"El público ha tomado una decisión sobre este hombre. No creen que esté diciendo la verdad, no solo sobre Partygate, sino sobre muchas, muchas cosas", dijo Starmer.
Y predijo que incluso si Johnson sobrevive a esta votación, aún representaría "el principio del fin" para su cargo de primer ministro.
Una votación secreta
Fundamentalmente, es una votación secreta, lo que significa que los parlamentarios que se han mantenido públicamente leales a Johnson aún podrían votar para expulsarlo Si más de la mitad de los parlamentarios conservadores votan en contra de Johnson, tendrá que renunciar como líder del Partido Conservador.
Podría permanecer como primer ministro mientras se encuentra un reemplazo en una votación de liderazgo tory, pero una vez que esa persona sea elegida, asumirá el cargo de primer ministro de Gran Bretaña.
