Agosto abrió su última semana con la prima de riesgo en 130 (llegó a estar desbocada en 2012 superando la marca de los 600 puntos en alza abierta a 700), bono español a 10 años en 2,26% y el IBEX 35 en verde (+1,81%) en la frontera de los 10.700 (10.690,1).
El viernes de la semana pasada -asunto que destacó Hechos de Hoy-, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole, anunció que está preparado para adoptar nuevas medidas de estímulo si fuera necesario. Los mercados reaccionaron muy positivamente pese al lunes de caos político en Francia con el derrumbe del gobierno de Manuel Valls y la contestación en el ala izquierda del Partido Socialista a la política económica de François Hollande.
Jornada importante también para los bonos. La rentabilidad del bono español a diez años en 2,26% con la prima de riesgo en el nivel de los 131 puntos básicos. La referencia española marcó nuevos mínimos históricos en la primera sesión posterior a una semana en la que las letras a 3 meses cotizaron en negativo en el mercado secundario por primera vez en la historia.
La atención de los analistas estuvo también en Santiago de Compostela con el elogio y apoyo firme de Angela Merkel a la sucesión, cuando se produzca, de Jeroen Dijsselbloem por Luis de Guindos en la presidencia del Eurogrupo. Al margen de otras cuestiones y valoraciones, supone un éxito de primer orden para España, y para las economía de la zona periférica del Eurogrupo. Italia tiene a Mario Draghi en el Banco Central Europeo y España colocará a Luis de Guindos en la presidencia del Eurogrupo.
Mariano Rajoy acertó al haber organizado en su ciudad natal de Santiago de Compostela esta cumbre personal y atípica (siempre con intèrpretes hablando Angela Merkel en alemán y Mariano Rajoy en español) que ha permitido viosualizar una relación política, y personal, muy estrecha. El núcleo duro del euro proyecta así la alianza estrecha de Alemania y España, gobernadas por la derecha, frente a una Italia y Francia, lideradas por la ziquierda pero sin una cohesión similar.
La canciller y el presidente marcharon a buen ritmo a lo largo de seis kilómetros en el Camino de Santiago, cenaron en una marisquería en velada larga de cuatro horas, mantuvieron una cumbre con sus equipos en el Hostal de los Reyes Católicos, visitaron la catedra, celebraron una conferencia de prensa y mantuvieron juntos un largo almuerzo. Angela Merkel reconoció que hablar así, de forma distendida, supuso un cambio total frente a las reuniones frías de Bruselas. Disfrutó y conectó de forma profunda con Mariano Rajoy abordando muchas cuestiones según se señaló por ambas partes manteniendo la discreción y remitienmdo a lo expuesto en la conferencia de prensa.
Angela Merkel le invitó a visitar su ciudad natal, Templin, y señaló que conservará esta cumbre como recuerdos únicos. Se sorprendió en la experiencia del Camino de Santiago -que tras los españoles la recorren como segunda nacionalidad los alemanes- . Mostraron que su relación es sólida. Seguro que Angela Merkel conoce más a fondo a partir de ahora los entresijos de la poítica española. Sobre todo fue clave la cena del domingo. Los mercados registraron esta alianza, que es sólida, antes de la próxma reunión del Consejo Europeo en la que la canciller alemana y el presidente español van a mostrar una sintonía más profunda.
