Boris Johnson superó lo peor de la tormenta pero ha quedado seriamente tocado. Si la galerna se mantiene podría llegar a dimitir en un futuro próximo. Si no es así, su liderazgo cuarteado apunta a que será arrollado en las próximas elecciones generales.
El primer ministro del Reino Unido superó un voto de confianza promovido por su propio partido después de que varios legisladores conservadores enviaran cartas a un comité del Partido Conservador manifestando su oposición a la continuidad de su líder.
El mandatario británico obtuvo 211 votos de los 180 necesarios para ganar. 148 diputados conservadores votaron en su contra.
La moción de censura se produjo tras las revelaciones sobre las fiestas en diversas sedes del gobierno británico durante la pandemia de covid, escándalo que se conoce con el nombre de partygate.
Su victoria lo mantiene en el cargo como primer ministro de la segunda economía más grande de Europa pero su posición "queda seriamente dañada", analizaron los expertos de la BBC. Este lunes, el legislador Graham Brady, al frente del Comité 1922 que representa a todos los legisladores conservadores, informó que había más del 15% de los diputados conservadores necesarios para llamar a este voto.
Actualmente el partido de gobierno cuenta con 359 parlamentarios, lo que significa que al menos 54 legisladores han manifestado por carta no tener ninguna confianza en el primer ministro.
En diciembre de 2018, la predecesora de Boris Johnson, Theresa May, superó una moción de censura interna, pero más de un tercio de sus legisladores dejó en claro la oposición a su gobierno y ella anunció su renuncia seis meses después.
En esta votación secreta sobre el primer ministro actual es probable que algunos ministros o asistentes ministeriales no lo respaldarán, afirmó el analista político de la BBC Iain Watson. Y es que casi la mitad de su partido votó en su contra.
Mientras que aquel voto de censura contra May tuvo lugar durante las negociaciones por el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, esta moción ocurre en un momento de aumento del costo de vida en el país y en plena guerra en Europa tras la invasión de Rusia a Ucrania.
El voto actual también ocurre tras meses de duras críticas por el llamado partygate, un conjunto de fiestas y otros encuentros organizados en diversas sedes del gobierno británico en plena pandemia de la COVID-19, cuando la población cumplía estrictas medidas de confinamiento.
Las críticas contra Johnson por el escándalo (sumadas al desafiante contexto inflacionario y otras crisis) se pusieron en evidencia el viernes, en el marco de las celebraciones del Jubileo de la Reina Isabel II, cuando el primer ministro fue recibido con fuertes abucheos y vítores al llegar a un servicio de acción de gracias para la monarca británica en la Catedral de San Pablo en Londres.
