Las autoridades de Ucrania están investigando todas las hipótesis sobre el helicóptero que se ha estrellado este miércoles cerca de una guardería en la localidad de Brovari, a las afueras de la capital, Kiev.
Los servicios de Seguridad barajan tres pistas, según un comunicado de su oficina de prensa: que el piloto incumpliera las normas de seguridad durante el vuelo, que una avería provocara un accidente o que se tratara de “una acción deliberada para destruir la aeronave”.
Al menos 16 personas han muerto en el siniestro, entre ellas el ministro del Interior, Denis Monastirski; el viceministro primero, Yevgenii Yenin, y el secretario de Estado, Yurii Lubkovich, según han confirmado los servicios de emergencia, después de que en un primer momento las autoridades anunciaran 18 víctimas.
Los altos cargos, según ha informado la Oficina del presidente ucranio, viajaban en el helicóptero para dirigirse a un “punto caliente” de combates. Entre los fallecidos, hay al menos tres niños, mientras que 30 personas han resultado heridas, casi la mitad de ellas son menores.
“El dolor no se puede explicar con palabras”, ha dicho el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un mensaje publicado en su canal en la red Telegram, en el que lamenta la “terrible tragedia”.