El vídeo de la Fundación Felipe González fue una bomba político. A Pedro Sánchez le irritó el apoyo del ex presidente del Gobierno a los argumentos de Partido Popular y Ciudadanos contra la figura del "relator" -una mediación internacional sobre Cataluña-, y la mesa de diálogo político al margen del Parlamento de Cataluña y el Congreso de lso Diputados.
Irritación también de Pedro Sánchez por las críticas abiertas del ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, en la presentación de su libro.
De ahí que antes de la disolución de las Cortes Generales, la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el Congreso de los Diputados ha activado un ajuste de cuentas en toda regla. Soraya Rodríguez, portavoz parlamentaria con Alfredo Pérez Rubalcaba (entre 2012 y 2014), se queda fuera de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
A la vez, el ex presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, sale de la Diputación Permanente. La penalización llega tras critica públicamente la figura del "relator".
La baja de Barreda como miembro suplente de la Diputación Permanente ha sido cubierta por Carlota Merchán, diputada por Madrid y afín a la dirección del Grupo Socialista. Merchán fue quien ocupó el escaño dejado por Pedro Sánchez tras dimitir en octubre 2016.
Soraya Rodríguez y José María Barreda han coincidido con las posiciones críticas de barones socialistas. También con la posición de Felipe González y de Alfonso Guerra quien en la presentación de su libro comparó a España con Yemen o Burkina Fasso.
Ha sido fundamentalmente la firme posición del ala socialdemócrata la que ha impedido el intento inicial de Pedro Sánchez del intento de trueque de Presupuestos por introducir en el orden del día el derecho de autodeterminación de Cataluña.
La venganza de Pedro Sánchez comenzó. En las listas del PSOE, ahora, y en las locales, autonómicas y europeas, exigirá plena lealtad y obediencia a su giro. Pedro Sánchez, decidido a sepultar el viejo PSOE socialdemócrata y a avanzar en su alianza tripartita con la izquierda neocomunista y anticapitalistas de Podemos, y la derecha euroescéptica de PDeCAT y la ziquierda republicana de ERC que mantienen una posición radical a favor de la autodeterminación de Cataluña.
Atención al choque en el PSOE.