Sin duda es uno de los momentos claves en la relación entre la OTAN y Rusia desde el final de la Unión Soviética.

De forma muy clara, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha subrayado que hay "dos caminos" y que la opción de "diplomacia y desescalada" era una de las dos que Estados Unidos y la comunidad internacional le habían propuesto a Rusia antes de las reuniones.

Blinken se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en Estocolmo, Suecia, en diciembre, en medio de la creciente preocupación entre las potencias occidentales de que Rusia está disùesta a invadir Ucrania.

La escalada de tensión ha avivado el temor a una repetición de 2014. El momento en que Rusia se anexionó por la fuerza la península de Crimea en el Mar Negro y apoyó a los separatistas en el este de Ucrania. 

Desde entonces el debate está abierto. Rusia ha llegado a la convicción de que puede intervenir en Europa con total impunidad sin que haya respyesta alguna de Occidente. Pero hay que señalar que la relación entre Rusia y Occidente quedó tocada desde entonces.

Blinken ha insistido en que se podrían lograr avances durante las conversaciones diplomáticas de la próxima semana entre funcionarios estadounidenses, europeos y rusos. Pero que tenía que ser una "calle de dos vías" con Rusia reduciendo su agresión hacia Ucrania.

Es inevitable la pregunta. ¿Vladimir Putin ha aceptado reunirse de buena fe?

El Kremlin ha publicado dis borradores sobre estas reuniones cruciales. Ha insistido en dos puntos:

Primero. Plantea hacer retroceder los despliegues de la OTAN en Europa del Este hasta algún punto en la década de 1990. Esto significa que muchos países vecinos de Rusia y que estaban bajo el control de la Unión Soviética estarían menos protegidos por la OTAN.

Segundo. Rusia exige la promesa de que la OTAN no se expandirá más hacia el este (supone desde luego una demanda inaceptable y un fracaso desde la perspectiva de la OTAN).

En Bruselas los expertos coinciden. 

Nos acercamos a una encrucijada estratégica que exige una posición muy firme y unificada de todos los miembros de la OTAN. Si Rusia no da un paso atrás y comienza la desecalada de tropas. y si finalmente invade toda Ucrania y se la anexiona, la OTAN se hallará ante un momento crítico.  Putin deberá saber tras estas reuiniones que podría haber sanciones y medidas muy duras y no imaginadas hasta ahora.

Analistas y expertos han definido el momento: 

.1. "Capitular a demandas de fuera de este mundo haría que la situación general fuera mucho más peligrosa, ya que solo envalentonaría al Kremlin para actuar agresivamente", señaló Pasi Eronen, analista de investigación del Centro de Investigación de Estudios de Conflictos. 

"Putin es un autócrata envejecido, obsesionado con el legado de su gobierno y el del fracaso de la Unión Soviética", apuntó Eronen. "Rusia ha sido devastada por la COVID-19, y el futuro de su economía de exportación de hidrocarburos parece sombrío", añadió-

2. "Su país tiene una economía aproximadamente del mismo tamaño que Nueva York. Si Occidente coordinara adecuadamente las sanciones económicas contra él y contra las empresas rusas sin miedo, lo arrinconaría muy rápidamente", enfatizó el financiero Bill Browder, temido por el Kremlin.

3, "Necesitamos unir fuerzas y no tener miedo. Putin tiene miedo, no nosotros. Le tiene miedo a su propio pueblo, le teme a las elecciones democráticas", indicó Rasa Juknevičienė, ex ministro de Defensa de Lituania.

 Es precisamente partidaria de acelerar la adhesión de Ucrania a la OTAN.

"Europa no puede volver a los tiempos de Hitler y Stalin, cuando las naciones estaban divididas. Los ucranianos, no el Kremlin, tienen que decidir cuál será el futuro de Ucrania. El éxito de Ucrania sería el mejor remedio contra el Kremlin". expresó con convicción.

"Si Occidente quiere aprovechar con éxito su posición en este momento crítico y reducir a Putin a su tamaño, su unidad debe ser inquebrantable", es la profunda convicción y el rigor de Luke McGee , analista de la CNN.

Se abre a partir de este lunes 10 una semana de alta importancia geopolítica de la que van a estar muy atentas las Bolsas en Europa.