Una ola de brutales explosiones han destruido este martes una enorme zona del puerto de Beirut. Las explosiones, en especial dos, provocaron el colapso de decenas de edificios en un radio de varios kilómetros. Según el ministro de Sanidad libanés, hay al menos 100 víctimas mortales y miles de heridos relacionados con la explosión. Entre los fallecidos se encuentran la mujer y la hija del primer ministro libanés, Hasan Diab.
Las imágenes son realmente dantescas. Imágenes de una ciudad destruida y en guerra. Miles de personas atrapadas bajo los escombros o abrasadas en sus vehículos. En la zona de la explosión se encuentran naves que almacenaban material altamente explosivo confiscado "hace años", según el ministro. Se trata de miles de toneladas de nitrato de amonio, un material que se utiliza también para bombas terroristas.
No se descarta la hipótesis de un ataque con un misil contra un depósito de armas del partido-milicia chií libanés Hezbolá en el puerto de la capital.
La onda expansiva rompió ventanas y arrancó puertas en una inmensa zona. Además las explosiones también se sintieron en distritos más alejados del puerto y provocaron cortes de energía en muchos barrios.
La capital libanesa quedó envuelta en una gran nube de humo y estalló el caos. Vehículos quemados en las calles, muchos con sus airbas inflados. Además de las víctimas mortales y de los miles de heridos, los daños materiales son incalculables.
La Cruz Roja Libanesa y el ejército libanés trasladaron a los heridos a los hospitales que quedaron colapsados en pocos minutos.
Las explosiones se han llegado a sentir incluso en Chipre.