Tras intensos trabajos, la Real Academia Española alumbró la 23ª edición del Diccionario de la lengua española. José Manuel Blecua, junto a directores de academias americanas, mostró su orgullo.

Cuenta con 93.111 entradas frente a las 88.431 de la edición anterior, la de 2001. En total suman 195.439 acepciones. Se introdujeron 140.000 enmiendas que afectaron a 49.000 artículos, "bien para cambiarles solo una coma en la definición o bien para rehacerlas de arriba abajo", destacó el director de la obra, Pedro Álvarez de Miranda, que también subrayó los 18.712 americanismos.

El secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua, el cubano Humberto López Morales, señaló "el entusiasmo infantil" y la "colaboración constante" que se puso al otro lado del Atlántico con el objetivo de sacar adelante este proyecto, pese a que contó que precisamente la tarea más ardua resultaron esos americanismos.

“Estamos ante un fenómeno insólito, que desde hace casi tres siglos se publique una y otra edición de esta obra", añadió Álvarez de Miranda, que también subrayó que en los últimos tres años se aceleraron las tareas para la culminación del diccionario.

También el secretario general de la RAE, Darío Villanueva, recordó "los primeros pasos de los ocho ilustrados" que elaboraron un diccionario a comienzos del siglo XVIII. "De aquella iniciativa de la sociedad civil surgió el Diccionario de autoridades, con 40.000 entradas, que comenzó a publicarse en 1726, llamado así porque cada acepción venía acompañado de la cita de un autor para explicarla", explicó.

Tres siglos después aterriza el diccionario que es, precisó Villanueva, "el tataranieto del Covarrubias", el primer Diccionario del castellano, que se publicó en 1611, siendo un hito. Esta reliquia podrá obtenerse en España por 99 euros y en América por 70 dólares.

Villanueva también lamentó que la celebración de los centenarios de la institución nunca llegaron en lo que se conoce como buen momento. "En 1813 por la Guerra de Independencia. La RAE estaba dividida entre afrancesados y patriotas. En 1913 se anunciaron unos actos que se suspendieron por la Gran Guerra europea. Tampoco ahora es el mejor momento… pero este es el diccionario del tricentenario", comentó Villanueva.

En cuanto al aspecto físico de la nueva presentación de la obra, las autoridades de la RAE destacaron el papel semibiblia, un solo volumen de 2.376 páginas y una tipografía novedosa para una tirada en España y América de 100.000 ejemplares. La recién nacida edición del papel tendrá su versión en Internet "en dos o tres meses", destacó Villanueva.

La web de la RAE tuvo en septiembre 43.000.000 de consultas y 8.000.000 de usuarios únicos. "Somos científicamente correctos, y luego viene lo demás. Los diccionarios no son fotos de la realidad, sino un modelo aproximado de la estructura de una lengua en ese momento", contestó Blecua sobre si el nuevo diccionario de la lengua española es políticamente correcto.

La palabra femenino ya no estará asociado a débil o endeble ni masculino a varonil y enérgico. Maricón será ya sólo un insulto grosero y el sodomita no comete sodomía sino que la practica. Otras palabras como homofobo se incorporarán al nuevo diccionario. "Dicho de una persona: Que tiene o manifiesta homofobia", puntualizaron los expertos.

Asimismo, también se incluyó la palabra dron o incluso, otra que no se ha escuchado mucho en España pero sí en otros países como Argentina, México, Paraguay y Uruguay, como amigovio, que sería la “persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo”.