Todas las tragedias vividas por la humanidad se han adaptado a la gran pantalla, pero sin duda donde más hincapié ha hecho la industria cinematográfica ha sido en los tres grandes conflictos que le ha tocado vivir: dos Guerras Mundiales y la de la Guerra Fría. Mientras que las primeras estaban marcadas por el horror y la barbarie, la segunda fue una batalla ideológica y política en la que el intermediario era el miedo a la catástrofe nuclear.
Aunque el tópico que más ha proliferado en el celuloide ha sido el de la Segunda Guerra Mundial, concretamente con el nazismo y el holocausto (el propio Spielberg lo llevaría al cine con su emblemática La Lista de Schindler), el enfrentamiento entre el bloque occidental y el comunista también ha sido objeto de diversas adaptaciones, muchas de ellas llevadas a cabo por grandes cineastas del corte de Billy Wilder, Sidney Lumet o Stanley Kubrick.
En el caso de El Puente De Los Espías, Steven Spielberg da su peculiar versión de la Guerra Fría, con un guion de Matt Charman inspirado en hechos reales, reescrito por los hermanos Coen y con la figura protagonista de Tom Hanks. La película está contextualizada en Estados Unidos entre finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, época especialmente tensa entre los dos bloques por la construcción del Muro de Berlín y la crisis de los misiles de Cuba.
En medio de todo este enredo, Hanks interpreta a Rudolf Abel, un abogado al que le encomiendan representar ante los tribunales a un espía soviético (notable Mark Rylance). Después de su éxito ante los jueces, será escogido para hacer de intermediario entre el gobierno norteamericano y el ruso. El motivo: canjear al agente soviético por dos norteamericanos atrapados tras el Telón de Acero. Tom Hanks, Mark Rylance, Amy Ryan, Alan Alda, Scott Shepherd y Sebastian Koch son sus protagonistas.
En el invierno de 1820, el barco de ballenas Essex, de Nueva Inglaterra, fue atacado por algo que nadie podría creer: una ballena de tamaño y voluntad descomunal, y con un sentido de venganza casi humano. El desastre marítimo de la vida real inspiró a Melville para escribir Moby-Dick. Sin embargo, eso cuenta tan solo la mitad de la historia.
En el corazón del mar revela la consecuencia del encuentro horripilante y desgarrador, a medida que la tripulación sobreviviente es puesta al límite y forzada a hacer lo impensable para mantenerse con vida.
Tormentas bravías, hambruna, pánico y desesperación, los tripulantes pondrán a prueba su fé y sus creencias más profundas desde el valor de sus vidas hasta los principios de su comercio, al mismo tiempo que su capitán trata de buscar el rumbo en mar abierto y su primer oficial todavía busca derrotar a la gran ballena. Chris Hemsworth, Benjamin Walker, Cillian Murphy, Tom Holland, Ben Whishaw, Brendan Gleeson y Michelle Fairley son sus protagonistas.
Hace catorce años que los padres de Ethan fallecieron en Nochebuena. Desde entonces tiene la tradición de salir esa noche de fiesta desenfrenada con Isaac y Chris, sus dos mejores amigos desde que eran pequeños. Pero ahora que Isaac va a ser padre y Chris se ha vuelto famoso, los tres deciden que deben poner fin a su costumbre, pero no sin antes celebrar una última noche de fiesta en la ciudad de Nueva York. Su objetivo es no olvidar nunca esa Nochebuena y para ello se disponen a encontrar la “Nutcracka Ball”, el santo grial de las fiestas.
La comedia Los tres reyes malos está protagonizada por Joseph Gordon-Levitt (El caballero oscuro. La leyenda renace, The Brothers Bloom, 10 razones para odiarte), Seth Rogen (Juerga hasta el fin, De culo y cuesta abajo, Un desmadre de viaje) y Anthony Mackie (Love the Coopers, Vengadores: La era de Ultrón).
La dirige Jonathan Levine, conocido por dirigir otros Memorias de un zombie adolescente (2013), 50/50 (2010) y The Wackness (2008). Levine también firma el guion, que co-escribe junto a Evan Goldberg, Kyle Hunter y Ariel Shaffir.
Langosta es una película que en cuanto a contenido deja un rango muy amplio de interpretaciones. No cabe duda de que seguramente Giorgios tenga una opinión concreta del tema que nos habla, una idea que si nos explica seguramente nos parecerá muy coherente. Pero hasta que él no se pronuncie los espectadores tendrán diferentes visiones personales de este filme.
Tragicomedia distópica en clave de ciencia-ficción que retrata un futuro donde los seres humanos que no viven en pareja son detenidos y convertidos en animales. Lanthimos tiene una visión pesimista del ser humano y lo retrata a través de una sociedad desprovista de sentimientos y emociones, donde la familia tan solo sirve para mantener el orden social y el amor es cosa de muy pocos.
El problema de Langosta es que es demasiado vanguardista: llegando a mezclar con tanta facilidad la comedia negra absurda y el drama psicológico que al final el cambio entre uno y otro resulta excesivamente abrupto y no queda claro si quiere hacer reír o pensar. Arriesgada y ambigua, pero lejos del espíritu perverso de Canino. Colin Farrell, Rachel Weisz, Jessica Barden, Olivia Colman, Ashley Jensen, Ariane Labed, Angeliki Papoulia y John C. Reilly son sus protagonistas.
Un joven chamán vagabundo (García Bernal), que vive en la selva argentina, va a parar a una plantación de tabaco donde vive un hombre con su hija (Alicia Braga). Ese mismo día, unos mercenarios deforestadores, que llevan tiempo acosándoles, irrumpen en la granja y asesinan al padre ante los ojos de la joven, a la que secuestran. Esta es la historia de Ardor, la justicia de los débiles cuyos protagonistas son Gael García Bernal, Alice Braga, Chico Díaz, Claudio Tolcachir, Jorge Sesán y Lautaro Vil.
– Ver en Hechos de Hoy: Bandazos de Isabel Coixet, La maniobra de Heimlich con Marta Torné y Silvia Munt